Is photojournalism as a career dead?
(Por Richard Emblin) The immediacy of amateur photography taken during the tsunami was one of the most powerful tools which helped the world stand up and take notice. We have come a long way since the advent of photography and photojournalism, when only a select, educated few, armed with Rollei and Leica cameras, could register the news. From the grainy images of D Day and the liberation of Europe with the lens of Robert Capa in Normandy, the powerful black and white images of the destruction of Hiroshima, thanks to the bravery photographer W. Eugene Smith, or the vivid Kodakchrome pictures of the war in Vietnam of LIFE photographers. Who are our modern day 'messengers' of news? How can we trust the scource of a picture, when we don't know who is behind the camera. More and more, image fraud, and image manipulation is invading our newsrooms. Who can tell whether that powerful picture from the war in the Midddle East actually did exist?. Or is it a creation of a photographer under pressure to get the picture in an age of declining salaries and job insecurity. Picture fraud and manipulation were big problems during the coverage of the invasion of Iraq.
So have we finally regained the 'moment' in a photograph (which Cartier Bresson so eloquently wrote about and captured with his images of daily life in France), ironically with our amateur competitors?. Are the real photojournalists of the present those same global voyeurs in search of adventure and so-called humanitarian 'tourism'?. Is photojournalism as a career dead, and we don't want to accept it. Do we have no need for photographers anymore when everyone in our 'global village' is a potential lens, and storyteller?
The answers to these many question depends on how we as a society start defining what is 'news' and what really impacts our lives. In a digital age of ipods and mobile pornography, cell phone cameras and blogs, the search for truth and ethics in photography has to be stricter now, than ever before. The entire news industry around the world in a state of transformation and photography if we are not careful, could become its first big casualty.
Richard Emblin es editor de Fotografía del diario El Tiempo, de Bogotá, Colombia. Las imágenes de Emblin pertenecen a un fotorreportaje que realizó en Cartagena de Indias, en el Colegio del Cuerpo, en una de las barriadas más pobres del lugar. En este lugar más de un 60% vive por debajo de los índices de pobreza.
También:
>> Digital photography vs. Photojournalism
2 comentarios:
La lente global
Estamos en la época donde los medios de representación de la “realidad”, tal como se los comprendía hasta hace poco tiempo, están agonizando.
La “fotografía” aunque intente reconstruirse sobre la tecnología digital, ha mutado como tal; por lo tanto habría que ir pensando otro nombre para denominar a este nuevo engendro; hay que entender que la fotografía se está proclamando “muerta” por si sola desde el lenguaje mismo.
Por estos días se podría confirmar la lenta muerte del fotoperiodismo.
El escalofrío comenzó a perturbar a la “señora fotografía” con el advenimiento de la popularidad del medio digital y la llegada de cámaras básicas que cualquier persona puede operar; gozando de los beneficios instantáneos, comunes y anárquicos afines al monstruo digital.
La era “Photoshop” que venía construyendo sus cimientos, tomando protagonismo en los finales del fotoperiodismo análogo, se superpone con esta nueva etapa y trae consigo herramientas que son alimento favorito para la “bestia”.
La toma fotográfica entendida como una entidad ideal, es hoy un código digital que se presta a la modificación y reproducción, como si se tratara de un raro ser biológico (valdría proponer mecanismos posibles de auto-modificación y auto-reproducción; ver www.tenbyten.org como una prueba de este comportamiento). Estos mecanismos son aún más complejos si entendemos que los robots de manipulación de imágenes, que no son solo inocentes filtros de efectos, operan con sistemas complejos basados en la teoría del caos: proponen la duplicación de archivos digitales como si se tratara de células vivas con longevidad que tiende a lo infinito.
Con la enumeración de estos pocos puntos, sigamos buscando denominaciones para el nuevo fotoperiodismo. La “lente global” está sumando adeptos cada segundo que transcurre: el instante no tiene dueño…
Muy intresante el supuesto de que el fotoperiodismo (o el fotoperiodismo de la inmediatez)va camino a la extinción. Los videos del 11 de septiembre, el tsunami o las fotos de los atentados en Londres son un claro ejemplo de ello. En todo caso, subsistirá la vuelta a la narración o la opinión a partir de la fotografía. No creo que el fotoperiodismo, o el periodismo en general muera, sino que debiera transformarse en algo que manifiesta algo más profundo, que haga percibir visualmente la complejidad. En eso, deberá tender a la fotografía como arte. La foto en tanto manifestación de lo obvio, tenderá a desaparecer. Es notable, por otro lado, como revistas como la National Geographic, tienen un perfil más periodístico y de manifestar coyunturas que treinta años atrás.
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