Tabloi 2: Menos puede ser más
(Ilustración de El Norbi)
(Por Cristóbal Edwards) En septiembre de 1995, cuando "El Mercurio" redujo el ancho de la página de 38 a 35,5 centímetros, el cambio más notorio fue que los periodistas tuvieron que escribir menos. La longitud de la hoja se mantuvo en 58 centímetros, pero los usuales 30 ó 40 centímetros de largo de una nota se completaban con menos palabras que antes, porque el ancho de columna era menor. También cambió el ancho de los avisos. Sin embargo, los lectores casi no se dieron cuenta del cambio.
El 6 de enero de 2004 se realizó una nueva reducción del ancho de la hoja –de 35,5 a 31,75 centímetros, es decir, 7% menos de superficie– que también se tradujo en un ahorro financiero relevante. Según Héctor Olave, editor de informaciones de este medio, el cambio significó gastar entre 800 mil, y un millón y medio de dólares anuales menos, dependiendo del tiraje del diario. Pero esta vez el público sí lo notó. Y lo agradeció.
El consultor de diseño de periódicos, el cubanonorteamericano Mario García ha rediseñado más de 400 diarios y revistas de todo el mundo, entre los que figuran "The Wall Street Journal", "Libération","The Miami Herald" y "El Mercurio", este último en septiembre de 2001. Según él, la tendencia a la reducción de tamaño de los diarios estándar (página grande) es global. "No hay una sola encuesta entre lectores en que no se descubra lo mismo: los lectores prefieren diarios más pequeños. En Estados Unidos, ya la mayoría de los diarios ha optado por lo que llaman el 50-inch web (bobina o rollo de papel de 50 pulgadas o 127 cm. de ancho), que les reduce el ancho de 13,5 pulgadas (34,3 cm.) a 12,5 pulgadas (31,75 cm.)", explica García. Como en una prensa estándar de doble ancho se imprimen a la vez cuatro páginas a lo ancho del rollo de papel, de ahí el nombre del nuevo formato de El Mercurio.
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El ahorro de costos también fue una motivación importante. En 1992, el diario canadiense "The Toronto Star" aprovechó el rediseño de sus páginas para reducir el ancho y así ahorrar papel, cuyo costo era alto en esa época. Poco después, diarios de tamaño estándar de Canadá y Estados Unidos tomaron la misma medida. En Brasil, la Associação Nacional de Jornais le propuso el cambio a sus periódicos asociados. Y en 1999, todos, con excepción de uno,lo adoptaron.
La tendencia a la reducción del formato estándar comenzó en la década de los 70, cuando muchos diarios que solían tener un ancho de 15 pulgadas (38,1 cm.) disminuyeron el número de sus columnas de ocho a seis. Antes, incluso algunos diarios de página o sábana muy ancha usaban una retícula o grilla de 10 columnas.
Hasta hace algunas décadas, los diarios de referencia o notarios –los de mayor prestigio y seriedad– de casi todos los países, como El Mercurio en Chile, solían ser de formato estándar. Por eso en nuestro país se le llama "tamaño mercurio". Ese formato ha sido tradicionalmente asociado al periódico de los líderes de opinión, los poderosos y los intelectuales, mientras que el tabloide –aproximadamente la mitad del tamaño estándar– era el más común de los diarios populares. Pero ya no.
Muchos diarios de referencia han adoptado el tabloide porque a los lectores les parece más cómodo que el estándar. "El Mercurio es tradicional pero también es innovador. El proceso de cambio de formato comenzó hace unos cinco años con conversaciones informales", explica Marco Gatica, editor fotográfico del diario, y quien desempeña también las funciones propias del director de arte. "Todos los diarios de formato estándar han disminuido su tamaño para ahorrar papel y también para convertirse en un medio más cómodo".
Héctor Olave señala que el cambio de formato comenzó a discutirse formalmente en enero de 2003.
La experiencia de cambio de tamaño de grandes diarios de Estados Unidos y América Latina había tenido la aprobación de los lectores. "Entonces, teníamos la seguridad de que el cambio iba a ser bien recibido".