7-J: Héroes periodísticos por accidente (Primera Parte)
El jueves 21 de abril, el fotógrafo Pablo Torres Guerrero ganaba en la vigesimosegunda edición de los Premios Ortega y Gasset de Periodismo 2005, convocados por el diario "El País". Su fotografía de la estación madrileña de Atocha, pocos minutos después del atentado, bien valía la distinción.
La historia de Torres Guerrero es menos misteriosa que la de Antarctic Lemur. Uno y otro se hicieron famosos de un día para el otro, por estar en el lugar indicado en el momento indicado. Uno por estar viajando en el tren y otro por estar en un subte londinense. Ninguno se imaginaba como iba a terminar su día.
Mucho se ha dicho en estos días sobre el valor periodístico que pueden llegar a tener las fotografías disparadas desde el celular de un testigo casual.
Acompañando el razonamiento de Alejandro Querol, editor jefe de fotografía del diario "La Nación", está la redactora jefe de fotografía del diario "El País", Marisa Flórez. Ella relató lo que fue ese 11 de marzo, en Madrid, en la ponencia que hizo junto a Tomás Ondarra en la III Cumbre Mundial de Diseño en Prensa de Estepona.
"Eran imágenes que no se habían visto nunca, porque los autores estaban dentro de la estación cuando aún no se podía pasar. Y, con todos los respetos, había que darlas. Se hablaba de cientos de muertos, de miles de heridos, y teníamos que informar de lo que estaba pasando".