Una publicación premium
Para algunos este es el año del diseño deportivo, desde que la SND premió al diario Marca como uno de los mejores diseñados del mundo. El mercado automovilístico suele ofrecer buenos productos editoriales. Desde hoy, los fanáticos del gran circo de la fórmula 1 tendrán una publicación única como su nombre.
(Por Alejandro Dufau) La verdad no se por dónde empezar. No quiero contar teorías ya que las considero totalmente subjetivas y adaptables a conveniencia del autor; si puedo contar experiencias que es lo que me parece más útil.
Por dónde empezar es la pregunta que todos se hacen a la hora de encarar un proyecto de diseño. Las respuestas son variadas de acuerdo a las experiencias o tendencias artísticas; en mi caso la respuesta fue inmediata y sin dudas: "Se me viene la noche". El problema más grande se dió al enterarme que el producto no tenía nombre, por lo tanto no sabía como se iba a llamar este hijo y esto implicaba no tener idea de cómo vestirlo. Si sabía el idioma en que iba a hablar, por lo tanto había que ser muy claro en las expresiones.
One es una revista que intenta ocupar un nicho de lectores, que en épocas de paridad cambiaria, accedían a revistas de primer nivel internacional como AutoSport, F1 Racing o Grand Prix. Lo primero que se acordó, como premisa, fue la calidad de impresión y un estilo gráfíco muy cuidado en el producto. ¿Qué es lo que esta gente le gusta ver? ¿qué le gusta leer y qué no? ¿Qué textura los seduce al tacto? ¿Qué tiempo tiene para leer?. Muchas preguntas que dieron lentamente forma a esta revista.
Empecé por lo básico: cómo es una nota de esta revista. Sabía que no quería que la impronta del otro producto de esta empresa (Campeones) se perciba en algún aspecto ya que los tipos de lectores son totalmente opuestos. Esto facilitó algunas decisiones con respecto al contenido y la forma de darlo. La nota debía tener tres premisas fundamentales: pocas fotos, buenas y grandes; aire o blanco alrededor de los textos, y debía estar apoyada por un segundo texto. Con respecto a la información adicional debía ser breve y facil de adaptar a estilos infográficos o cuadros para información destacada lo que permitiría focalizar un dato importante de manera simple y sin saturación visual.
Las revistas de deporte automotor, desde mi punto de vista, tienden a sobresaturar visualmente el contenido, es cómo si el ruido de un autódromo debiese reflejarse en los textos, con destacados y acotaciones con placas, además de fondos, con colores estridentes. No digo que esté mal solo me parece a veces abusivo y confuso.
La búsqueda tipográfica fue todo un tema, lograr una mancha de texto manejable fue difícil ya que debía armonizar con el blanco y con los títulos. Comenzamos probando la Poynter de Fontbureau, excelente y delicada, ofrecía un gris consistente que lamentablemente no pudo ser debido a un problema de costos (desventajas de un dólar a 3$). Entonces optamos por una que había quedado en segundo lugar, Minion de Adobe. Ésta quedaba muy bien junto a la Akzindenz Grotesk, hacen un contraste agradable para nada brusco. Los títulos resultaron complicados ya que caíamos en improntas ya marcadas como lo es la helvética o la Franklin que nos remitían a productos antes hechos en Argentina. Preferíamos mas una impronta extranjera que una nacional, no hay que olvidar que el producto es nacional con calidad internacional.
Sabíamos que las variantes tipográficas de ambas familias eran muchas y todas funcionaban entre si, lo que nos daba un surtido de tipos para diferenciar información y mantener la claridad y unidad del producto.
Algo que siempre me encantó es la sencillez del diseño de la National Geographics, una foto a doble página con un ínfimo título que no desarmoniza para nada dentro y que se lee. Una cualidad que debe aprovecharse al máximo fue lo que dije. Por lo tanto las aperturas deben ser grandes y los títulos en lugares que permitan jugar con la foto en forma sensual como lo es una Ferrari f350 o un Lamborgini Diablo o un Zonda F, debe vestir y no agredir.
Una vez cerrada en un 80% la nota, el resto se desprende de ella. Las secciones fueron dándose a medida que se concretaba material y basándose en las revistas anteriormente mencionadas. Por ejemplo, el pitlane está netamente basado e una de las secciones de F1 Racing, lo cuál considero fantástico ya que ellos han resuelto impecablemente y con ritmo visual una sección, para el diseño, nefasta. Mucha información y breve, pancitos de texto imposible a veces de acomodar. Esta estructura es práctica y tiene una forma de destacar los elementos sencilla. No es nada que no se venga haciendo hace 30 años. Podría haberme roto la cabeza y no caer en la toma de pre estructuras y haber diseñado artísticamente una sección e innovar, pero la decisión de hacer un diseño funcional, claro, sólido de estructura siempre deriva en lo clásico y no hay que perder el foco, a la hora de diseñar una revista, sobre la funcionalidad y las limitaciones técnicas de reproducción que pudiesen surgir.
En fotografía es un producto con muy buen material visual y con posibilidades de aprovechar artísticamente al máximo sus capacidades. La fotografía en automovilismo es un tema que a mi entender siempre deriva por default en lo mismo, fotos torcidas porque dan vértigo. Tratamos de buscar que el auto forme un todo con el contexto, que el espectador vea el entorno de ese auto y ese significado se transmita. Altos contrastes colores furiosos y semi saturados ponen el toque de estridencia necesario para que la visión disfrute la foto y la nota fluya suave. A la hora de elegir una foto buscamos la diferencia de punto de vista, sacar la clásica visión del auto de frente o lateral inclinado y colocar perspectivas con mas fuga, planos contrapicados y picados, mas espacio en los cielos y mas abstracción con elementos del entorno en el que se desarrolla el contenido, cómo aprovechar un llanta de auto de rally y hacer un efecto saturado para un fondo o como pieza de arte llevarla a anclar un título del cual no hay material visual.
La verdad que contar lo que a uno le pasa ante una situación casi cotidiana de trabajo puede ayudar a otros a salir de lagunas o dar al puntapié inicial a su proyecto. No estoy diciendo una gran verdad ni teorizando sobre el diseño editorial que ya bastante teorizado está. Solo cuento lo que me pasó y cómo resolví alguna cuestiones mínimas de un proyecto. Espero que les sirva para saber si refirman o si replantean sus convicciones, y por supuesto no voy a dar ningún consejo ya que no creo poseer la suficiente experiencia e idoneidad para hacerlo. Solo les cuento el pequeño entremés en el que me involucré.
Mis afectos y prometo contarles como hice con el isologotipo... pero eso lo dejo para la próxima ya que son las 12 de la noche y mi estómago pide pizza.
Alejandro Dufau es director de arte de la revistaOne, de Buenos Aires, Argentina