Enroscándonos en la web
(Fotografía de El Norbi)
(Por Dolores Pujol) Hace un poco más de cuatro meses, una calurosa mañana del día de Reyes, nos juntamos por primera vez con Norberto Baruch B. para comenzar a darle vida a VisualMente. Esa mañana no comimos la tradicional rosca pero, sin que en ese momento tuviéramos real conciencia de lo que nos esperaba (al menos yo no la tenía), nos lanzamos a una aventura blogisteril que terminaría enroscándonos a los dos.
Este weblog que comenzamos con ilusión, curiosidad, pasión, algo de atrevimiento y, sobre todo, mucha dedicación, tuvo, desde un principio, una pauta no escrita que en realidad ni siquiera hicimos explícita entre Norberto y yo: al contrario de lo que uno suele ver en la blogosfera, en VisualMente las opiniones de los demás no sólo iban a tener un espacio en la sección comentarios. No, la idea era que todos participaran. Y así fuimos tratando de que todos tuvieran la posibilidad de opinar, disentir, proponer, comentar. Creo que el balance ha sido muy positivo. A pesar de las desmentidas, los arrepentimientos o los achiques. Que también dicen, y mucho.
No tenemos miedo de ser polémicos. Nos hacemos cargo de lo que decimos. Y es bárbaro que algunos no piensen igual que nosotros (menos mal).
Mil millones de gracias a Norberto por haberse arriesgado a convertir en “socia” a alguien que apenas conocía. Es un lujo tener de compañero a alguien como él, que no ha tenido más que gestos de grandeza y humildad con la mitad femenina de Dono.
Y gracias a todos los que nos leen, a los que nos critican, a los que nos comentan, a los que nos tiran ideas, a los que aportan, a los que nos soportan, a los que están ahí y a los que van a estar dentro de poco.
Y no se vayan, porque aquí hay enrosque para rato.