Las 5 portadas de Rodrigo Sánchez que más le gustaron a El Norbi
(Por Norberto Baruch B.) A mí, reconozco mi obsesión casi enfermiza, lo que más me gusta de Sánchez es su desenfado a la hora de experimentar con tipografías. Por eso ésta portada tipográfica me mola. Esto potenciado con el uso criminal del Photoshop cierra una buena idea.
También me ha parecido interesante la vuelta de rosca que Sánchez propone con otra portada tipográfica para el Festival de Benicássim. De hecho, esta nueva portada ganó en su momento en el exclusivo Type Directors Club.
La generosidad de Sánchez se ha visto muchas veces en Visualmente. Él siempre ha aceptado escribir para nuestros lectores contando el proceso creativo. "Tipografía hecha a mano basada en una American Wood Type. Preservando la verticalidad del tipo pero alterando la línea base de cada una de las líneas con valores positivos y negativos".
Estas tres que siguen muestran la conceptualización que maneja el español a la hora de pensar una portada.
"Cuando una gran producción cinematográfica llega a una gran ciudad hay que hacer algo diferente. Se tiene que notar. Al final casi todas las portadas terminan por anularse unas a otras. Son pocos los trabajos que a lo largo de un año quedan en la retina del lector", sostiene Rodrigo Sánchez, en una larga explicación, exclusiva para Visualmente.
Y es interesante recordar que en aquel momento, cuando se estrena la remake de la película basada en el relato de H. G. Wells, en todos los diarios la imagen excluyente era la de Tom Cruise. En ninguna de las tres portadas aparece. "Dedicamos la primera de ellas a la película, con un breve comentario sobre los temas de las dos portadas siguientes. La segunda de las portadas se dedica al libro del que se basa la película y a su autor H.G.Wells y, la tercera, al programa radiofónico de Welles que conmocionó a la opinión pública estadounidense".
Y si hablamos de trípticos conceptuales (y de regalos para el día del amigo) no puedo olvidarme de lo que sigue. "Sabes que la Cooper Black no me gusta un pelo. No tengo nada en su contra, pero nunca me pareció una tipografía de las mías. No me transmite nada especial y los trabajos que he visto con ella, aún de grandes diseñadores, me han parecido vulgares". Sánchez nos había prometido hacer una portada con nuestra tipografía fetiche, y lo hizo, pero por tres.
"Creo que he cumplido y espero dejar de ser un bocazas y que no me vuelvas a engañar con otro reto semejante. A la mínima me veo haciendo una portada con la Comic Sans (al menos ya no me pilla con la saga de Harry Potter, cruzo los dedos)".
Con la irrupción del Photoshop, en su momento, y ahora con el InDesign, lo vectorial ha quedado tirado a un costado. Sánchez acomete con una idea fuerza, sin importar Matt Damon ni nada. Él nos propone una especie de laberinto de objetos contundentes "que pueden ser usados como armas", absorviendo la atención visual, dando respuesta a la pregunta textual en un cuerpo cuasi minúsculo.