El hecho y los protagonistas
Un recital de música. Muchos jóvenes adentro. Un incendio. 194 muertos. Esto fue lo que después se conoció como el 30-D (30 de diciembre de 2004). Hasta aquí el hecho. Los otros protagonistas fueron los que intentaron contarle todo esto a la gente desde las páginas de los diarios. La mejor apuesta fue de la gente del diario "Clarín" de Buenos Aires. La editora periodística Silvia Fesquet empieza. "Pocas formas, son tan certeras, tan despiadadamente efectivas para dar idea de esa magnitud como las de asomarse y mostrar, detrás de los números y las estadísticas, las historias de vida que ese desastre tronchó para siempre". Este ejercicio en voz alta de contar cómo se trabajó una investigación periodística no siempre resulta interesante. El profesional saca credencial de experto en tomar distancia del acontecimiento y el relato termina teniendo mucho olor a lavandina. Pero lo que hicieron Silvia Fesquet, Dani Yako y Carlos Vázquez, cuando aceptaron el desafío propuesto por VisualMente, esos días de enero, es una muestra de la pasión metida dentro de la profesión. "Elegimos hacer esto en "Clarín", bajo la forma de un suplemento especial, un material con un registro distinto al de la completísima cobertura que el diario hizo desde un principio. Era esa otra manera de testimoniar el espanto. Con las fotos, que ilustraban las historias de las víctimas, lo que elegimos fue retratar la ausencia: las palabras cuentan quién y cómo era, qué soñaba, con quién amaba. Las imágenes muestran, con una sobriedad que lacera, el vacío, el hueco, el dolor. Ese dolor tan inconmensurable que no hay voz que alcance a pronunciar".
Mientras que el editor fotográfico Dani Yako sostiene que "todos los que participamos en este proyecto lo hicimos bajo un fuerte impacto emocional. Creo que el suplemento lo refleja, aunque es dificil de digerir", el jefe de arte Carlos Vázquez concluye: "Debo confesar que fue el producto que me hizo sentir más orgulloso de todos los hechos hasta ahora".
Nadie tenía respuestas para los chicos que habían sobrevivido. Ningún suplemento joven. Los jóvenes tuvieron que esperar unos días más, para experimentar algo muy extraño en la prensa nacional. Esto tan extraño se parecía a un pequeño acto de justicia. Venía del lugar menos sospechado: la sección "Zona" de "Clarín". Como buena metáfora de la adolescencia, su cuerpo se transformaba en un cuadernillo, mientras que su interior mutaba en otro ser. Así, como ejercicio del nuevo periodismo que hoy se conoce como Periodismo 3.0, el equipo liderado por Fesquet-Yako-Vázquez, cedió su protagonismo profesional para que sólo se escuchara la voz de las víctimas. La voz de los que no encontraron la calle.
Para ir conociendo un poco más a los protagonistas de ésta historia, antes del 15 de septiembre, a continuación sus opiniones completas:
>> La foto de la semana
>> Fotografiando ausencias
>> Diseñar con piel de gallina
>> La buena medida de la tragedia