Ni Alicia va a salvar a los diarios
(Por Bender Baruch) Hoy, la creatividad publicitaria avanzó demasiado sobre un territorio que había sido negado a sus apetitos. Lo comercial se mezcla cada vez más con lo periodístico y los contenidos se encuentran impregnados por las marcas. Lo que antes parecía algo impensado, hoy se sube a las portadas de los diarios norteamericanos más serios.
Hace unos años, te mostramos como el suplemento deportivo del diario argentino La Nación entregaba las páginas centrales a un fabricante de cerveza. Aclaración: que nadie crea que uno se está molestando por la venta de espacios de publicidad en los medios gráficos. Lo que si molesta a alguien que trabajó en todos los diarios de Argentina (caso único) es la intención constante de engañar al lector con este tipo de recursos. Porque lo que hizo ese diario, serio y conservador, fue reemplazar la doble central por dos páginas que tenían los mismos elementos del suplemento deportivo original. Por eso, la agencia de publicidad tuvo acceso a todo el material que maneja el departamento de arte de La Nación, para poder escribir un , pero con un texto ficticio que repetía "Sarasa" sin parar. Para que el lector no diera vuelta la página se utilizó la misma tipografía, se aplicaron los mismos sombreados, sin olvidar toda la paleta recursos gráficos que definen la identidad del medio de comunicación.
Después te mostramos como nuevamente la cervecera Quilmes volvió a utilizar los mismos recursos de la redacción. Las revistas de los diarios Clarín y La Nación volvieron a entrar en el juego de las agencias de publicidad. Habían aceptado que la agencia usara el diseño original de sus revistas para tratar de esconder los contenidos publicitarios y hacerlos pasar como producción periodística propia. Pero esta vez la agencia fue más allá y no sólo usó el diseño característico de cada una de las revistas sino que escribió dos textos con el estilo editorial de cada una de ellas.
Con el estreno de la película Alice in Wonderland de Tim Burton, el tema apareció nuevamente. El diario norteamericano Los Ángeles Times vendió su portada a la distribuidora de la película, la Disney, para que la noticia más importante fuera Johnny Depp is the Mad Hatter, por sobre la reforma de salud en Estados Unidos y Afganistán. Pero los US$ 700.000 que pagó la empresa de Mickey Mouse no logró calmar la ira de los lectores ante de semejante inserción publicitaria en los contenidos periodísticos de la primera plana.
“Es un precio bajo para vender tu alma”, dijo el norteamericano Roy Peter Clark, profesor de The Poynter Institute, y director de The National Writers' Workshop.
Para conocer cómo se sigue suicidando la prensa, acá te mostramos otros casos:
1) Un titular con M de Movistar
2) Sarasa mundial
3) El norteamericano The New York Times nos da la razón
4) Hasta la revista Wired USA se baja los pantalones