Orbyt, nada nuevo bajo el sol
(Por Dolores Pujol) Después de un primer comentario acerca del pago de contenidos en Internet y de una breve recorrida por la propuesta de Orbyt, vamos ahora a las reflexiones y sentimientos que nos ha provocado:
1. No inventaron la pólvora. Las aplicaciones de ediciones electrónicas en flash ya son viejas conocidas. Y hoy por hoy Orbyt es básicamente eso: una aplicación que agrupa las distintas publicaciones de papel de la empresa en una plataforma de uso digital de acceso restringido previo pago de una suscripción y que puede ser visitada desde distintos dispositivos (computadora o celulares, básicamente). Ahora bien… lo han hecho prolijo, con buen diseño, bastante sencillo de navegar, completo (tiene tooooodas las ediciones, acceso a la hemeroteca, etcétera) y muy rápido (para ser una aplicación flash con tanto contenido, tiene muy buena performance).
2. La edición electrónica hace uso de videos vinculados a las noticias. Es el único apoyo multimedial que ofrece por el momento. Sería deseable ver gráficos o infografías animadas, galerías de fotos, audios y tantas otras cosas más que pueden hacerse en el mundo digital. Sin embargo, en este punto, vamos a darles el beneficio de la duda: es posible que puedan incorporar esas opciones en breve.
3. Interactividad y redes sociales: los artículos de las ediciones electrónicas no pueden compartirse con otros usuarios. Esa opción sólo está disponible dentro de la sección “Tu mundo”, la dedicada a la opinión, editoriales y participación. Si quieres comentar con alguien uno de los artículos de la edición impresa… pues te jodiste. Nada de enviarle el enlace (incluso aunque al hacerlo el nuevo usuario tuviera que pagar por poder ver el artículo: si existieran micropagos por artículos y un amigo que sabe lo que me gusta me enviara un artículo de mi interés, las chances de que pagara por leerlo aumentarían). Tampoco es posible dejar comentarios o interactuar con otros usuarios respecto al contenido de las ediciones electrónicas. Para eso también hay que mudarse a la sección vecina. ¿Habrán escuchado estos muchachos hablar de web 2.0?
4. ¿Qué pasa con la actualización de información a lo largo del día? Pues parece que eso seguirá estando disponible en la web de www.elmundo.es, Orbyt no parece ser una plataforma donde vaya a haber un seguimiento de la actualidad noticiosa. En esto, permanece fiel a la tradición del periódico impreso: mañana te contaremos lo que está pasando ahora.
5. De las 10 razones con las que Orbyt busca convencer a los lectores de abonarse al servicio, no hay una sola que verdaderamente resulte atractiva para quien está acostumbrado a consumir noticias online. Esas 10 razones sólo pueden convencer a alguien habituado a leer diarios impresos y que no pasa mucho tiempo online a lo largo del día. A ver si queda claro: la gente no deja de comprar diarios impresos porque se mancha los dedos o le da pereza ir a comprarlo al quiosco. La gente deja de comprarlos porque ya no le resulta atractivo (ni lógico) pagar para leer noticias de las que ya se enteró (y más que abundantemente) durante todo el día anterior. Para todos aquellos que adoptaron los nuevos hábitos de consumo de noticias, Orbyt no ofrece nada nuevo: repite el modelo del periódico impreso, sólo que se ahorra el costo del papel y la impresión. En síntesis… ¿Inmediatez? Nada.
6. Claramente, entonces, el objetivo de Orbyt no puede ser otro más que aspirar a que los suscriptores de la versión impresa se pasen a esta versión digital. No vemos que pueda llegar a capturar otro tipo de audiencia. ¿Tendrá suerte? Es posible que sí: para alguien que lee en papel, esta nueva versión esta linda, es prolijita y fácil de usar. Y tiene algunas ventajas superadoras respecto a la impresión. ¿Será rentable? Puede llegar a serlo, claro. Pero, en el mejor de los casos, será nada más que eso: nada hace prever que logre aumentar considerablemente la masa de suscriptores actuales a través de la incorporación de un nuevo público (a lo sumo atrapará a alguien que estando lejos de España añora leer su antiguo diario, tal como lo hacía en su casa… no mucho más).
Para terminar, comparto la reflexión de Manuel Almeida en su blog Mangas Verdes, quien recoge una frase de Pedro J. Ramírez en el lanzamiento de Orbyt: “¿Es posible el periodismo sin periódicos?”. Frente a la respuesta de Almeida, por contundente y precisa, poco queda para agregar: “Evidentemente, sí, mientras haya periodistas. El periódico es hoy un problema empresarial. El periodismo ha sido siempre problema de periodistas, en cualquier formato”.