Todos amamos a Greenpeace (menos El Mercurio)
Ayer, en medio de la Cumbre Europa América Latina en Viena, y justo en el momento en que los 58 presidentes se encuadraban para salir en la foto, una bestial morocha irrumpía en el recinto, enfundada en una minima bikini con flequitos. Era Evangelina Carrozo, la reina del carnaval de Gualeguaychú, que con el apoyo de Greenpeace se convertía en la protagonista de la mejor operación de prensa de hace mucho tiempo. Su protesta contra la construcción de dos megaplantas de celulosa en Uruguay se empezó a conocer gracias a su poderosa geografía femenina.
Los diarios de varios paìses quisieron mostrar ese extraño momento. En los diarios brasileños como O Globo y Folha de S.Paulo el tema trepó sus primeras grandes planas con grandes fotos a tres columnas, pero sin tìtulos grandes sobre el tema. Lo visual mandaba, mientras que lo textual se referìa a la pelea de Evo Morales contra Petrobras. Algún diario (Extra) le sugería al presidente de Bolivia que le enseñara a sus mujeres a protestar como las argentinas.
En la Argentina, los dos diarios de mayor tirada mostraron fotos similares. Mientras que Clarín la tiraba abajo a la foto de Reuters y la recortaba hasta quitarle impacto internacional, La Nación sorprendìa con una foto a cuatro columnas del exacto momento en que Evangelina arremete y uno de seguridad corre con evidentes intenciones de aplicar un tackle alto. La foto de AFP es casi respetada en todo su tamaño, logrando un impacto que es acompañado por un tìtulo que suma.
Pero lo que màs llama la atención es el diario chileno El Mercurio. Si bien pone en tapa una foto similar a la que utiliza su primo argentino, La Nación, su línea editorial deja de lado toda solidaridad latinoamericana y hace hincapiè en las cuestiones de seguridad de la Cumbre. Esa alusión por partida doble atomiza las razones de la protesta. Como dirían los chilenos más jóvenes, que hoy corren por Santiago defendiendo su derecho a estudiar, este diario es muy "cartucho".