Mi México Querido, por Marco Gatica
La presente tiene por motivo agradecer y felicitar en tu nombre a la organización de la VII Cumbre Mundial de Diseño en Prensa realizada en octubre de 2010 en Ciudad de México.
Como Editor Gráfico del diario El Mercurio de Chile he asistido a innumerable reuniones, seminarios y cumbres de prensa en distintos países. La cumbre de México 2010 ha sido sin duda la mejor organizada a la que he asistido y de un nivel extraordinario de ponentes que permitieron a los profesionales y estudiantes que participaron ponerse al día en la vanguardia de las nuevas tecnologías, diseño, escritura, tendencias y futuro de la prensa escrita y multimedial en sus distintos soportes como: tablets, papel, móviles y web.
Son pocos los seminarios que tienen tal cantidad de ponentes de primera línea quienes son los mejores a nivel mundial en su profesión, de esto dan fe las distintas personas con las que pude conversar que se maravillaron con las ponencias de Internet, infografía, fotografía y diseño de diarios, revistas, sitios Web y otros.
Como adicional a esta gran cúmulo de conocimientos que pudimos adquirir gracias a ustedes, se suma la cálida acogida de un país, que según mi parecer, no es valorado lo suficiente en lo que es su gente, personas cálidas ávidas de conocer otras culturas y de dar a conocer la suya, que es un mundo extraordinario, variopinto, de una riqueza humana envidiable.
Muchas veces nos enteramos de las cosas negativas de los países y no nos damos el tiempo por reconocer sus virtudes y bellezas que en México hay por montones y te quiero insistir que hablo tan sólo de las bellezas arqueológicas y naturales que tienen por montón sino de su gente.
Pude estar una semana recorriendo parte de la ciudad no cómo turista sino como viajero para enterarme de cómo vive este pueblo maravilloso, del cual tu me habías comentado y quise conocerlo personalmente.
Pasé una tarde-noche fantástica en Xochimilco, una mañana de ensueño en Coyacán acompañado por Frida, una noche de juergas de aquellas en el precioso Garibaldi.
Ciudad de México hay que recorrerla y recorrerla en Metro mezclarse con la gente, comer en los puestos de la calle, hacer una cola de 20 minutos para comerte el mejor de los bocados en “Los tacos del borrego tuerto” en Av. Patriotismo y Viaducto.
No quiero hablar de sus museos y maravillas arquitectónicas quiero hablar del México que no sale en la s revistas de turismo ni en los diarios que hablan de delincuencia cosa que yo no viví y salí bastante de noche y a barrios no turísticos acompañado con un colega ecuatoriano y un chileno, llámale suerte o como quieras pero te puedo contar que me sentí seguro caminando de noche y de día por las calles de tu bonita ciudad y con precios al alcance de un periodista que siempre estamos cortos de finanzas y ávidos de conocer más y más.
Muchísimas gracias a todos en especial al señor del bus que no me cobró de vuelta al hotel por no tener moneda mexicana, al dueño de la amasandería que me dio de probar unas empanadas de queso y mermelada que aún la saboreo, a la morena que nos dio un “desayuno ranchero” para parar muertos, al señor de las artesanías que me vendió a precio rebajado un alebrije que es una hermosura y está un lugar de honor en el living de mi casa, al lustrabotas que me daba los datos de dónde ir el mejor guía de turismo que he tenido, a los charros del Tenampa y de Arroyo que ya quisiera traérmelos a Chile para dar serenatas, al chico botero de Xochimilco que una noche de mucha sed me invito la mejor cerveza del mundo contándome historias de héroes y villanos, y a ustedes, mis queridos Willy y Flavio que hacen grande al periodismo y contagian a todo el mundo el amor que tienen por su país.
Espero poder verlos pronto a ustedes y a los grandes amigos que se dieron cita en la cumbre pasada y poder con un tequila en la mano decir ¡VIVA MÉXICO!.