La Repubblica de la Donna
Ya hablamos del especial de moda del sábado pasado de la revista Io Donna del Corriere Della Sera. Era un especial, con la supervisión de Carlo Andreotti, sobre Pret-à-Porter totalmente visual. Se había convocado a treinta y siete fotógrafas especializadas en moda, para que cada una hiciera una interpretación de las distintas colecciones Primavera-Verano, a través de sus autoretratos (Autoritratti). En excelentes dobles páginas, las fotógrafas y las modelos mostraban lo que estaba por venir. Es interesante como marcas de primer nivel como Prada, Valentino, Armani, Dior y Dolce & Gabbana, por nombrar algunas, no condicionaron a las fotógrafas en sus puestas editoriales. Es evidente que en Italia todo es muy lento. Muy conservador. Muy Berlush. Pero en materia de revistas, los tanos nos sacan varios cuerpos de ventaja. Esto aumenta profundamente si se tiene en cuenta lo que están haciendo con las revistas que están dirigidas a las mujeres. Encima, si tenemos en cuenta cómo es el mercado argentino de revistas femeninas, nos vamos a dar cuenta que estamos en la prehistoria. A la propuesta rompedora de Io Donna del Corriere Della Sera, tenemos que sumarle, el mismo sábado, la de Donna de La Repubblica.
D también trae un especial sobre moda, pero la forma de presentar lo que vendrá sorprende. La revista del sábado lo hace a través de cuatro bloques temáticos, cada uno contando una historia visual distinta. La primera de las historias cuenta cómo hay que hacer para conquistar a una donna, a través de las fotos del debutante Diego Diaz. Las marcas (Galliano, Gucci y Ungaro) se prestaron a semejante presentación.
El segundo es un relato visual que arranca con una ragazza corriendo mientras un fotógrafo (Andrea Spotorno) trata de atraparla con su objetivo. Sobre la sombra proyectada de Spotorno puede leerse que la historia de la modelo oriental será algo supraterreno, ya que es la señorita que cadde sulla terra (cae sobre la tierra). El tercero es un relato fotográfico de Perry Ogden y se llama Ballerina (Bailarina).
Son seis dobles páginas que muestran a una adolescente bailando sobre almohadones que tienen los mismos colores que los vestidos de Dior, La perla y DG. El último relato es, tal vez, el más elaborado. A lo largo de 16 páginas, el fotógrafo Christophe Kutner nos cuenta una historia donde una bella señorita, vestida de organza o chiffon, participa de extrañas coreografías con un clown y con un arlequín.