Milton Glaser también habla de tipografía
Lo que sigue es la opinión de uno de los diseñadores norteamericanos más reconocidos de este tiempo que apareció en M&m. Milton Glaser fue el creador del logo que sintetiza su amor por New York (I Love NY, que cumple 30 años), de un afiche emblemático de Bob Dylan, y del cabezal de la revista Esquire, entre otras genialidades.
La revista M&m (Mayúscula y minúscula), primera en abordar el tema de la tipografía en Argentina, con el diseño del gran Sergio Pérez Fernández, no sólo lo reporteó durante su estadía en Buenos Aires (1987), sino que además le pidió una larga reflexión sobre sus usos tipográficos.
(Por Milton Glaser) La tipografía es una de las materias más difíciles de enseñar y de aprender porque es muy compleja y súti. Casi no hay buenos profesores de tipografía y es sin duda uno de los aspectos más complejos del diseño gráfico. Creo que hay que respetarla antes que amarla. Creo que hay demasiados tipos de tipografía. Yo les digo a mis estudiantes que se queden con cinco o seis tipos, así no se confunden.
Cuando uno es joven se piensa que el diseño requiere escoger tipografías originales. Se sustituye tipografía por diseño. Pero cuando se crece uno va limitando su elección. En tipografía creo que uno se torna más tradicional aunque eso supone también que uno asume riesgos. Mis tipografías preferidas están resumidas en la Century, la Times Roman y la Garamond.
Uso mucho la Futura Bold y Extra Bold, pero raramente uso Helvética. Creo que la Helvética dominó el diseño durante tanto tiempo que hoy hago lo imposible por evitarla.
Me gusta Bodoni pero no tanto por la tipografía como por el tamaño. Una vez tuve oportunidad de conversar con Jan Tschichold, que pienso que es uno de los más grandes tipografistas de este siglo. Lo visité en Suiza en 1953 y me dio unas lecciones sobre tipografía. El me dijo que Bodoni no es calificada para los textos porque es muy pareja en cuanto a su distribución, en cuanto a lo fino y lo grueso y a la repetición de sus formas. Según él, cuanto más diferentes sean los volúmenes, cuanta más variación haya en los tipos, más fácilmente se logra que la mente retenga los textos. Nunca escuché a nadie atacar con tanta precisión a Bodoni. Hace años que no diseño tipografía y lo que hice se robó tanto y tan mal que me sacaron las ganas de hacerlo.