Una gran historia periodística
Cuando me lo propuso no dudé ni un segundo. Era, tal vez, la máxima aproximación a la excelencia que tanto perseguimos. La SND corre año tras año detrás de su ballena blanca. La excelencia visual se llevará el máximo trofeo. Hoy, lo visual ha logrado su lugar en las organizaciones periodísticas, pero sigue siendo una cuestión de márketing y no una cuestión periodística. Sigue siendo el diseño editorial un tema que le interesa sólo a diseñadores. Esos diseñadores, los que por estos días están desesperados armando las piezas para la SND, siguen preocupándose por lo bonito sin importar la historia. Y llama la atención como los periodistas ni se enteran de esos premios. De hecho, los que están buscando las piezas junto con los diseñadores son los departamentos comerciales y de márketing, que luego, si ganan, serán los encargados en comunicar dicha novedad. Novedad que los periodistas también ignorarán.
En VisualMente estamos convencidos que los premios tienen que cambiar. Por supuesto, esto de cambiar tiene que ver con la pretensión de seguir hablando de periodismo visual y hacerlo en forma coherente. Si queremos hablar de periodismo visual empecemos a hacer periodismo. Como el Detroit Free Press. El gran Elio Leturia nos cuenta que su ex diario reconoce mensualmente con el premio BOBs (Bravo! Our best Stuff) y US$ 50 (netos, después de impuestos) a sus empleados en 6 categorías: mejor redacción, fotografía, primicia, elemento gráfico/diseño, investigación, “esfuerzo” y nuevas propuestas. Al final del año se escoge al ganador de los pasados doce meses, con un premio de 500 dólares.
El pasado martes 24 de enero se anunció ganador del año y fue un verdadero pretexto para nuestra intro. Esa pieza periodística ganadora fue una gran historia llamada “Tú eliges su promoción”. El diario reconoció a la redactora Georgea Kovanis, a la fotógrafa Susan Tusa, a la editora Tina Croley, al editor de fotos Andrew Johnston (actualmente en el Chicago Tribune) y al diseñador peruano (actualmente en Columbia College) por haber trabajado en dicho relato. El premio no fue para Leturia, ni para el responsable de arte del Detroit, sino para periodistas, fotógrafos y diseñadores.
Como periodista siempre me han gustado las pequeñas historias bien contadas que se cuelgan del cuello del lector hasta el final y lo acompañan por un tiempo en su cabeza. La gran historia ganadora es realmente pequeña, pero logra una altura tal que merecería replantear la enseñanza en las escuelas de periodismo.
El proyecto consistía en elegir a una estudiante del ultimo año de secundaria como la reina de la promoción del Detroit Free Press. La estudiante, Lauren Wilson de 16 años, tenía la opción de elegir cinco vestidos de su gusto que el periódico iba a comprar para ella con una condición: el voto de los lectores decidía cuál era el que ella llevaría a su fiesta. Trajes de tul, seda, lentejuelas en diversos colores y estilos cuyos precios oscilaban entre 170 a 595 dólares fueron los que Lauren escogió.
“La página presenta a Lauren posando rodeada de los cinco vestidos“, agrega Leturia. El diseño permite que el lector recorte los vestidos y los pruebe sobre la reina, y así decida cuál es el que el piensa ella debe llevar. Luego votaba en el website del periódico.
“Se trataba de una idea novedosa y de un proyecto interactivo el cual atrajo a un sinnúmero de lectores de una manera arrolladora, durante los 7 días siguientes a la publicación de la página“.
El paquete completo consisitió en un artículo de apertura el domingo 3 de abril en el que Lauren escoge los cinco vestidos. El 4 de abril se someten los vestidos a la decisión del lector y el 3 de mayo, en primera página se cubre la promoción de Lauren con los resultados de la votación.