La homogeneización tipográfica de los diarios: 4. El caso de Diario de Burgos y cómo un rediseño nunca salió tan barato
(Por Laura González Díez y Pedro Pérez Cuadrado) A mediados del año 2000 ‘Diario de Burgos’ aborda un proceso de rediseño para cambiar una estructura tradicional tipográfica que mantenía desde 1991, cuando Alberto Torregrosa y Fermín Vílchez habían desarrollado un modelo rotundo y seguro en base a la Franklin Gothic para titulares y la Times para texto base.
El cambio se efectúa en la idea de recoger la evolución informativa de la cabecera en los últimos diez años, proponiendo la nueva tendencia de lo que autores como Armentia y otros autores (1999: 74) denominaban ‘diseño visualizante’ y que conllevaba, entre otras muchas características, “la utilización de variada y rica tipografía”.
Para el proyecto se eligen tres familias: Utopia (Robert Slimbach, 1989), para texto base; Interstate, para titulares; y Scala (Martin Majoor, 1988) en sus versiones FF Scala –con y sin serif (1993)–, para titulares de apoyo y texto base de contraste. “Al elegir la tipografía –escribiría Ricardo Curtis, uno de los integrantes del equipo de Zona Impresa, autores del cambio– hemos intentado combinar modernidad, elegancia y legibilidad” (Pérez Cuadrado y otros, 2000: 8), pero seguro que entonces nadie podía adivinar la difusión que alcanzaría la combinación tipográfica hasta alcanzar a imponerse en más de trece cabeceras de la prensa española.
Porque al año de implementar el cambio en ‘Diario de Burgos’ se trasladó a ‘Diario Palentino’ y, del mismo modo, a todos los diarios que fue agrupando el Grupo Promecal (Promotora de Medios de Castilla y León): ‘Diario de Ávila’, ‘El Adelantado de Segovia’… Incluso ‘El Día de Valladolid’, un diario que nació después del cambio, de una aventura conjunta entre Progresa y Promecal y con diferente diseño obra del estudio Cases y Asociats, acabó por asimilar la misma imagen y tipografía que ‘Diario de Burgos’ cuando los responsables de ‘El País’ abandonaron la sociedad y el diario pasó íntegramente a Promecal.
La identificación tipográfica del modelo asimilado llegó a tal punto que incluso la cabecera de todos estos medios cambió, como en el buque insignia del grupo, a FF Scala Sans, produciéndose entonces réplicas casi exactas, cosa que no había sucedido hasta entonces (como en el caso del Grupo Vocento) ni sucedería a posteriori como veremos.
Algún tiempo después Promecal adquirió una serie de diarios de Castilla-La Mancha (‘La Tribuna de Albacete’, ‘La Tribuna de Ciudad Real’, ‘La Tribuna de Cuenca’, ‘La Tribuna de Guadalajara’, ‘La Tribuna de Puertollano’, ‘La Tribuna de Talavera’ y ‘La Tribuna de Toledo’), y volvió a clonar el estilo gráfico y la elección tipográfica.
Alfonso Díaz Knörr, responsable de la imagen de los diarios de Promecal opina que la impresión en papel prensa hace que se pierda gran parte de la personalidad de las tipografías “lo que resta valor al hecho de escoger una tipografía nueva y diferente para cada diario cuando el treinta por ciento de lo específico de una tipografía no va a poder ser apreciado ni por los profesionales. Tener tipografías iguales en los diarios del grupo –concluye– es una limitación que se convierte en una ventaja cuando no perdemos la unidad a pesar de las puestas en página tan variadas que produce cada cabecera”.