Cómo hacer el cabezal de Crítica con un chocolate
Los procesos creativos son muy diversos y sinuosos. Ayer, muy cerca del cierre de la edición diaria, se le presentó a El Norbi un problema. El pedido era descontruir el logo de Crítica en un elemento que se estuviera derritiendo, ante la inminente ola de calor que se produciría al otro día.
Empezó siendo algo digital sobre la tipografía decó, pero CS3 dijo basta y se cerró, sin darle posibilidades de salvataje sobre un archivo pesado sin nombre. Dos cierres posteriores del Photoshop dieron un mensaje: el programa había colapsado.
Un cambio de máquina, los minutos que avanzaban, una versión anterior del programa y el calor, apuraron la decisión: la compra de un chocolate.
El plan B comenzaba. El microndas haría la cosa más fácil y llevadera. Luego vendría el trabajo de El Norbi en su programa fetiche, el Photoshop.