Por la mitad
(Por El Norbi) Supongo que la química existió desde el primer día. Supongo, también, que por eso decidimos convertirnos en Dono. Ni Dolores Pujol, ni Norberto Baruch B.
Ese ser dos en uno formaba un extraño combo que ninguna otra unión terrenal había logrado en mí. De ser un tipo bastante controlador, me había convertido en otra cosa. Era algo más que una simple sociedad para hacer un blog.
Y era muy extraño. Cada uno escribía por su lado, sin saber el tema del otro, pero parecía ser el mismo discurso. Era lo más parecido a esas piezas musicales que se pensaban para cuatro manos.
Lo interesante y sorprendente es que nuestra formación, la de ella y la mía, era totalmente distinta y casi opuesta. Pero eso no se notó nunca, ni en las Jornadas, ni en los 1.600 post que se publicaron en VisualMente. Los dos parecían uno. Supongo que por eso, El Norbi hoy se siente por la mitad.