Exclusivo: El color en los periódicos españoles (14) ABC, de 1931 a 1936
(Portada de Rafael Penagos de 1931)
(Por Pedro Pérez Cuadrado) En el capítulo anterior veíamos cómo a finales de 1930 el diario ABC había decidido incorporar el color a sus páginas para contrarrestar la competencia. Pero lo que demuestra que aquello no era una improvisación se constata al revisar la colección del rotativo que, entre 1931 y 1936, mantendrá constante la publicación del elemento plástico los domingos y días de especial relevancia (Navidad, Semana Santa, etc.) en el calendario religioso español.
Con nuevos talleres a punto y tras las primeras pruebas de 1930, en el año 1931 ABC comienza a salir regularmente a color. Fotografías, dibujos y retratos, en su inmensa mayoría de bellas mujeres y actrices, llenan de nuevas sensaciones al diario. Los domingos de ABC se visten de color, siempre en las portadas y, ocasionalmente en artículos y páginas publicitarias del interior.
(Portada de Baldrich de 1931)
Podemos destacar tres series de elementos a los que une la característica formal del color y que se repiten de forma habitual, sobre todo en las portadas. Desde 1931 aparece ‘Actrices españolas’, una serie fotográfica de Pérez de León que trae a primer plano las caras y los nombres de las principales protagonistas de la escena española.
En segundo lugar ‘Figuras de la pantalla’ publica también fotografías a color de las mujeres que triunfan en el cine, pero éstas, a diferencia de las anteriores, se imprimen en páginas del interior en la mayor parte de las ocasiones.
Pero, sin embargo, lo que más llama la atención al revisar la colección de ABC es la cantidad de ilustraciones en color que se muestran tanto en la portada como en el interior. Es cierto que el dibujo se prestaba mejor a la reproducción cromática y que, de alguna manera, la parte de trabajo artesanal (con retoques a pincel) que suponía entonces la impresión a color hacia justicia a los trazos originales de muchos de los mejores ilustradores del momento.
(Las actrices españolas posaron en las fotografías de Pérez de León para las portadas de ABC)
Hay que tener también en cuenta que por entonces se fomentaba el trasvase de artistas entre las dos grandes publicaciones de Prensa Española, ABC y Blanco y Negro, y las firmas se repetían en uno y otro medio: Penagos, Baldrich, Lambarri, Ángel Díaz Huertas, José María de Sancha, Viera Sparza, Florencio Vidal, Mainata, Viladomal, Bellón, Montserín, Máximo Ramos, Echea, Brunet, Bráñez… son los nombres de los responsables de las páginas a color más vistosas del ABC de los años treinta donde, cada uno con su estilo particular y sus diferentes técnicas hacían cada número totalmente diferente del anterior.
Los temas habituales de sus composiciones girarán en torno a esos rostros femeninos trazados con maestría donde los tonos –el rojo, el azul, el amarillo– aportan el elemento diferenciador respecto al resto de diarios que entonces se publican en Madrid. El modernismo y el art decó serán dos de los movimientos más representados en las principales reproducciones.
Queda todavía un trabajo de investigación profundo que realizar sobre la ilustración a color en la prensa española (y más concretamente en el ABC) de estos años. La Prensa, con mayúsculas, suponía entonces el medio de expresión por excelencia para gran cantidad de dibujantes. Y muchos de ellos dejaron sus mejores realizaciones en este soporte.
En el repaso que hemos efectuado a la colección del diario en estos años hemos encontrado también en color, a partir de 1933, una serie de ‘Figuras femeninas del deporte’, con fotos de Álvaro, y, por supuesto, numerosas reproducciones de cuadros famosos, en su mayoría del Museo del Prado.
(Diversos estilos de los pocos anuncios a color en el ABC de los años treinta)
Sin embargo, el esfuerzo de Prensa Española para imprimir color en un momento tan temprano del siglo XX no se vio de ninguna manera correspondido por los anunciantes. Parece obvio que ABC tratara, con este intento, de animar a que la publicidad a color –con lo que suponía de diferenciación para las marcas– se instalara también en sus páginas, pero no fue así. Puede asegurarse que son muy pocos los reclamos publicitarios que el diario imprime a color, alguno de los cuales también evidencian que los movimientos de vanguardia afectaban por igual a las inserciones pagadas.
La importancia de la publicidad era fundamental en la idea de quienes dirigían ABC entonces para establecer y hacer rentable definitivamente el color en el diario. El ABC de este periodo aporta datos precisos (por el corto número de inserciones publicitarias a color) para apoyar la idea –¡ya entonces!– “de que ha sido la publicidad quien, en última instancia, ha dado el espaldarazo definitivo para la utilización del color en los diarios españoles [y tal vez mundiales], cosa de la que no estaban convencidos todos los profesionales a mediados de los años noventa (Pérez Cuadrado, 2000: 170), es decir, sesenta años después del intento de ABC.
(Más anuncios a color en el ABC de los años treinta)
Con todo, no sería la escasez publicitaria quien acabaría con el color en el ABC. Una Guerra Civil vino a interponerse en el desarrollo cromático del diario y no solamente cambió el sentido de lo que el elemento plástico había venido significando, sino que lo hizo desaparecer. Esa historia se puede leer en:
HYPERLINK "http://www.ull.es/publicaciones/latina/_2008/16_22_URJC/Pedro_Perez_Cuadrado.html" http://www.ull.es/publicaciones/latina/_2008/16_22_URJC/Pedro_Perez_Cuadrado.html
Después, en la posguerra española, hasta los años sesenta, casi todo fue en blanco y negro.
Bibliografía:
-PÉREZ CUADRADO, P. (2000): ‘Apuntes para un estudio de los anuncios en color en los diarios españoles’, en Revista Universitaria de Publicidad y Relaciones Públicas, nº 7. Madrid: Universidad Complutense.