La letra dibujada en la prensa española: de la identificación a la conceptualización. 2. Algunas cabeceras emblemáticas del siglo XX
(Por Laura González Díez y Pedro Pérez Cuadrado) A medida que el siglo XX avanza, las cabeceras de los diarios se simplifican. Se harán fundamentalmente más geométricas influidas por las tendencias del diseño tipográfico del momento, “prisioneras simultáneamente de unas ciertas veleidades cubistas y de las influencias inevitables de la revolución tipográfica alemana basada en la composición purista y lineal” (Casasús, 1989: 169).
Aun así, a lo largo de todo el siglo, fueron algunos los diarios que, recogiendo la tradición modernista, quisieron aprovechar la potencia de la identificación de la rotulación manual e insistieron en fórmulas alejadas de lo común.
En un panorama de diseño desolador (muchos periódicos no habían abandonado la ‘maqueta vertical’ y disponían sus informaciones una columna tras otra sin referencias visuales claras), la diferenciación a través del logotipo se constituía en una cuestión importante. En 1927, La Voz, un diario de Las Palmas, redibujaba los trazos de sus letras iniciales L y V en un claro intento de reconvertir la imagen tosca, mecánica y pesada de una categoría de tipografía ‘egipcia’ muy de moda en las cabeceras por su peso visual (fig. 5).
En otros casos, las improvisaciones materiales de la Guerra Civil Española tuvieron que ver en la toma de decisiones estéticas apresuradas pero no por ello menos rentables desde el punto de vista comunicativo. El diario Lucha (1937), que andando el tiempo se convertiría en Diario de Teruel, da buena muestra de ello (figs. 6 y 7).
Con esta idea de identificación sin duda traemos aquí las letras dibujadas en las cabeceras de algunos diarios de la Editorial Católica que, en la segunda parte del siglo XX, trataron de lograr una igualación estética del que podemos considerar primer grupo de prensa en España. La del diario Ya apareció antes de la Guerra Civil Española y la realizó, para el concurso convocado, el dibujante de publicidad Julio Ferrer Sama (fig. 8).
Las de los diarios Hoy, de Badajoz, y La Verdad, de Murcia (fig.9), son posteriores. Concretamente, la de éste último apareció por primera vez el domingo 6 de octubre de 1963, y en color rojo, con una imitación a la escritura manual y con ligaduras entre las letras.
La de Hoy, diario de Extremadura, también en letra ‘acursivada’ –pero sin ligaduras– tenía la rara virtud de que podía leerse de igual manera al derecho y al revés, y su utilización fue también doble: en positivo y en negativo. La que enseñamos aquí es de 1973 (fig. 10).
De cualquier manera, la función de la letra dibujada en las cabeceras de la prensa escrita hasta muy finales del siglo XX no pasaba de constituir un elemento de identificación de las publicaciones y su interacción con la información del día a día era inexistente. Algunos guiños de alterar los rótulos al hilo de acontecimientos relevantes o suplementos especiales no pasaban de algún cambio temporal como vimos en las cabeceras modernistas de La Vanguardia del post anterior.
Lo que nos demuestra, de alguna manera, que la idea de una transformación continua de las cabeceras al hilo de la actualidad informativa había estado latente en la idea de dibujantes y diseñadores. Y que si no se había transformado en una constante, gran parte de las razones habría que buscarlas en los inconvenientes de tipo tecnológico que ello acarreaba. Y en el temor a mostrarse en el mercado como una publicación ‘poco seria’.
Bibliografía
CASASÚS, J. M. (1989): ‘Apuntes para una historia del diseño de diarios en Cataluña’, en Temes de Disseny, tomo 3, pp. 161-110.