Leyendo el cartel de la censura...
(Por Jenny Canales Peña) Gracias al post de luis blasco, me enteré que el día miércoles apareció en el diario español el mundo una nota que llamó mucho mi atención. El próximo viernes 17 se estrenaría la película Diario de una ninfómana y el ayuntamiento de esa localidad habría censurado el cartel promocional que tenía pensado colocar en los autobuses. El argumento: el mensaje es “inapropiado para los niños”... (haciendo referencia tanto a la ilustración como al texto empleado)...
inmediatamente, observo el cartel y deduzco que la “ofensa” en el mensaje está en la insinuación... pues, la modelo se ha atrevido a aparecer públicamente con una pose muy sensual mostrando lo que no se ve diariamente en las calles (lencería de encaje)... y además el texto (en este caso el título de la película) hace mención directa a los excesos a los que puede llegar (una mujer)...
me pregunto, entonces... qué es lo que aquí ofende?... lo dicho o lo no dicho...? lo que se ve o lo que se cree o se construye a partir de lo que se ve...? o será que ofende el mostrar pública y abiertamente que hay mujeres que disfrutan (insaciablemente) de cierta situación... y nuevamente concluyo en que dependerá de los ojos del observador, de su lectura, de su interés... sólo que en este caso, el observador tiene además un modo de sancionar negativamente el mensaje y es a través de su poder de censura... puede, así, decidir qué es lo que se precisa para crecer “sano”... decidir qué se debe consumir... decidir cómo se debe formar a los niños...
si la idea de formar individuos “sanos” tiene relación con tener un mundo lleno de futuros adultos que consideren que el cuerpo humano (femenino) y el sexo son malos, sucios, lascivos... está bien... si se quiere un mundo lleno de personas insensibles, que deben de acostumbrarse a apreciar la estética visual de forma oculta, morbosa, perversa.. se ha obrado con sabiduría... si la idea es no hablar del asunto para que deje de existir... está perfecto... y sólo nos queda decir, ¡!!gracias señores censores del ayuntamiento!!!...
sin embargo, desde mi lectura como comunicadora el diseño del cartel me parece un placer visual... muy sensual, delicado, femenino... muy directo, sencillo, con pocas palabras...
de este modo, considero un acierto el uso del blanco y negro en la fotografía pues ayuda al lector a distanciarse de “lo real” (no hay color de piel que delate la raza) y le confiere a la pieza un carácter onírico... de ensueño... (puede ser cualquier mujer del imaginario)...
creo que el mostrar un vientre plano con una figura no voluptuosa ayuda a plantear que la historia gira en torno a alguien joven y que dejar que su mano (la de la modelo) descanse dentro de su trusa permite reforzar la idea de que existe libertad (y conciencia) para saber (y elegir) cómo conseguir aquello que le causa placer...
la ilustración no propone nada ofensivo... nada obvio, burdo, ni grotesco...
respecto al texto, se resalta en color rojo la palabra ninfómana, la cual se define como “deseo violento e insaciable en la mujer de entregarse a la cópula”. La raíz hace referencia a joven con manía... con afecto o deseo desordenado... en este caso, vinculado con el aspecto sexual... por lo que la trama de la historia a ser vista brindaría los aspectos (más atractivos) del día a día de una mujer con estas características...
la palabra en sí no es ofensiva... no es agresiva, no es soez, no es vulgar... la palabra está definida en el diccionario de la lengua española de la real academia... por lo que su uso es formal y académico...
finalmente después de mi lectura, creo que mostrar no es ni será el problema... el asunto es (saber) “leer” lo visto... y si no se forman lectores visuales (con el ejercicio en el ver, en el conocer y en el comprender) todo tipo de mensajes... siempre van a existir analfabetos visuales... personas con carencias, con falencias... que creen que con recurrir a la censura será suficiente para no evidenciar sus propias li-mi-ta-cio-nes...