Especial: Por una hipótesis de cómo fue que sucedió el hecho
(Por Carmen Riera L., Editora gráfica de la Cadena Capriles, Venezuela) Al leer algunas de las reflexiones que han hecho otras personas me asusto y me entra un alivio al mismo tiempo. Yo pensaba que en Venezuela éramos de los pocos países en los que se subestimaba el valor de la infografía, la desinformación y la poca discusión en las aulas de clases y en las mismas redacciones nos ha llevado a ello, pero pareciera que no es así.
Yo también estuviera en desacuerdo con Javier si no hubiese leído en más de una oportunidad, infografías que me explicaban con lujo de detalles un hecho o acontecimiento en tan sólo 5 minutos; yo también estuviera en desacuerdo con Javier si la infografía o los infógrafos no estuvieran en un constante repensarla y no hubieran avanzado en su técnica, en su investigación, en su estética, en sus posibilidades, en su alcance; yo también estuviera en desacuerdo con Javier si la infografía, la buena infografía, no fuese ese género periodístico en el que convergen otros géneros como la investigación, la fotografía y el análisis, en donde se integran perfectamente la rigurosidad y veracidad de un hecho noticioso narrados magistralmente con imágenes y texto.
Todos los días cuando veo mi diario y leo las páginas de sucesos –que como comprenderán son muchas dada la inseguridad que vivimos- y observo la fotos del banco después que los ladrones huyeron o el cadáver disimulado en el piso (ya los fotógrafos no saben dónde ponerse para una toma original) o la fachada de una finca donde secuestraron a un ganadero, me digo ¡qué absurdo! ¿Los lectores no me agradecerían más que les mostrase aunque sea una hipótesis de cómo fue que sucedió el hecho? La tv e Internet tampoco pueden mostrarlo si quieren hacerlo también tendrían que recurrir a la infografía para ello.
Amanecerá y veremos…