Un plato para Doña Tota y uno para Beba
(Ilustración digital de El Norbi)
Acaba de morir la mamá de Diego Armando Maradona, la querida Doña Tota, y, nuevamente, me volví a acordar de mi mamá, la Señora Beba. Diego reconoció publicamente por qué su mamá no se sentaba a comer con todos en la mesa: "Cada vez que llegaba la comida, decía: 'me duele el estómago'. ¡Mentira!, era porque no alcanzaba. Por eso la amo a mi vieja". Nunca vi a mi madre sentarse a la mesa. Ella siempre traía la comida y se retiraba. No entendía mucho ese comportamiento. Cuando uno es chico no se pone a cuestionar demasiado lo que ve todos los días.
Casi de adolescente logré que cambiara esa costumbre. Pero de adulto me di cuenta que lo hacía por mi, porque cuando la iba a visitar a la hora de comer, sin aviso previo, veía como ella volvía a repetir esa maldita costumbre de servir a mi viejo, sin preocuparse por tener un plato para ella.