Obama y Hillary, cabeza a cabeza
Teníamos una torta con datos de cómo pensaban votar los electores demócratas. A eso teníamos que sumarle los delegados descalificados de Michigan y Florida, los indecisos y los de Edwards. Eso era todo. La primera opción, pensó El Norbi, era otra prolija torta como la de Los Angeles Times. Pero él no es ni prolijo, ni formal. Es interesante cuando no hay color y el espacio no es muy grande. El desafío de la página llena de texto se convierte en algo para saborear, sabiendo que el gusto puede ser amargo.
Ofrecimos una solución que puesta en página que, con un recorrido vertiginoso sumado por el diseñador Sebastián Parmigiano, le dió una apariencia distinta al blanco y negro.