Exclusivo: Mi México Querido, cuando yo te vuelva a ver
Si bien la letra del tango habla de otro lugar querido, yo creo que el Distrito Federal se merece parte de ese cariño. Cuando Carlos Gardel y Alfredo Le Pera pensaron en una ciudad para su invocación, casi un exorcismo, por supuesto que pensaron en Buenos Aires. Pero hoy, parafraseando, con respeto, la letra de ese tango, nos animamos a decir "Mi México Querido, cuando yo te vuelva a ver, no habrás más pena ni olvido".
Porque si algo que dejó la última Cumbre de Diseño en Prensa fue eso, un poderoso metejón. Tal vez, ese concepto que parece que no se entiende y que habla del profundo sentimiento que despierta un lugar, pueda empezar a encontrar una traducción mexicana. Porque el que escribe esto es bien porteño y ama su ciudad, pero cuando estuvo en el DF encontró algo que lo hizo pensar otras cosas. Porque si bien no había un farolito (luminaria urbana ubicada en las veredas) parecido al de la calle en que habíamos nacido, las luces que se iban apagando esa madrugada de amigos en México y algo de alcohol se parecían mucho.
Uno se encontró con lo mejor del diseño de información todos reunidos en la tierra de los mariachis y el guacamole, y fue una fiesta. No por el hotel que llevaba un nombre parecido, sino por lo que se vivió esos días allí.
Que nadie imagine que la tierra de Molotov es para preocuparse o tener cuidado. Sus noches fueron la dulce caricia que pretende un bebé cuando llega al mundo contra sus principios. Y allí estaba un pobre viajero solitario, como siempre sin rumbo y sin brújula, esperando una señal, una mano amiga, un mapa, que lo llevara a un lugar tranquilo, casi seguro, no demasiado porque lo aburriría bastantee.
Y así fue que encontró todo lo que no estaba buscando. Los amigos conocidos se juntaban otra vez, como en el sur español, para tratar de encontrar respuestas a las preguntas de la profesión diaria.
Desde mañana, te presentamos otra visión de lo que fue la última edición de la Cumbre Mundial de Diseño en Prensa, que se realizó en México, a fines de octubre pasado. Una visión más humana, más carnal, menos académica, donde los grandes gurués del periodismo visual dejan plasmadas sus impresiones más profundas y privadas, sobre su paso por la ciudad que cobijó, durante tres días, al máximo evento de la prensa mundial, en exclusiva para Visualmente.