Directo al plexo: Sniffin’ Glue, la quintaesencia del fanzine, a 35 años de su creación
(Por Lucas López) > Los fanzines, surgidos a mediados de la década del setenta, fueron la expresión más cruda del llamado movimiento punk inglés, convirtiéndose de la noche a la mañana en lectura obligada de los jóvenes londinenses de entonces. Sus títulos, evocativos y directo al plexo, lo decían todo: Vomit, Situation 3, Rotten to the Core, Live Wires, Ripped and Torn, Trash 77’, London’s Outrage, Zip Vynil, New Pose, Chainsaw y Kill Your Pet Puppy. Pero sin duda, el primer fanzine y acaso el más importante fue Sniffin’ Glue, cuyo primer número, de tan solo cincuenta ejemplares editados, apareció en julio de 1976 en Inglaterra, y continuó durante catorce ediciones, hasta Agosto del '77. Con un título tomado de “Now I Wanna Sniff Some Glue” de Los Ramones, Sniffin’ Glue fue ideado por un empleado de banco desocupado de 19 años llamado Mark Perry, quien firmaba como Mark P para evitar –según decía– la suspensión del cheque de desempleo que cobraba. El primer número de Sniffin’ Glue abría con una bravata que lo decía todo: “La vida apesta. No hablo de aquellos que viven en Devon o en la Isla de Wight, sino de quienes viven en Londres, Birmingham, Manchester o Glasgow. En la ciudad, la vida es terrible. Por eso, este fanzine no es solo para leer, sino también para hundirse es pegamento y oler.” Sniffin’ Glue, que llegó a vender 15.000 ejemplares, enarboló el concepto de prensa alternativa por excelencia, así como sellos del momento como Stiff, Rough Trade, Ilegal Records, New Hormones y Raw definían la noción de sello independiente, financiando, grabando y distribuyendo sus discos por ellos mismos.
Con un encabezado de tapa que decía Sniffin’ Glue más otros hábitos del Rock and Roll, los ejemplares eran fotocopiados y abrochados en formato A4 por la novia de Mark Perry en el trabajo y vendidos a 30 libras en un puesto del Soho londinense. Los primeros dos números, a través de un mal tipeado en máquina de escribir, títulos garabateados con marcadores negros, una puesta gráfica desordenada y una resolución absolutamente amateur, enfocaban su mirada en la escena norteamericana como Patti Smith, The Flamin’ Groovies, Television y los propios Ramones, pero fue la explosión punk en Inglaterra la que señaló un cambio drástico en la ajada política editorial de Sniffin’ Glue. Durante el otoño del 76, sus páginas comenzaron a mostrar devoción por bandas como The Clash, Sex Pistols y The Damned, bandas que por el lado de la prensa musical eran absolutamente ignoradas en ese momento, y Sniffin’ Glue las describía desde adentro del propio movimiento musical. Las ventas de Sniffin’ Glue, debido a la irrupción procaz de los jóvenes punks en Kings Road, comenzaron a crecer en gran forma, y Perry se convirtió en una referencia muy importante de la escena, junto a el fotógrafo Harry Murlowsky y colaboradores como Steve Mick y Danny Baker, socios esenciales para la distribución y difusión de Sniffin’ Glue. Por su parte, Perry era el editor, diagramador y redactor. “Teníamos un gran entusiasmo por la música. Pero nunca idolizábamos a ningún grupo. Recuerdo una entrevista con Johnny Rotten en la cual lo acusábamos de grabar Anarchy in the UK sólo para vender remeras "Anarchy" en el negocio de Malcom McClaren”, recuerda Perry. Un artículo muy recordado, en una de sus últimas ediciones, le daba a los lectores consejos de cómo lograr su propio fanzine, “para inundar el país con literatura punk.” En pleno movimiento, todo aquel que no había logrado tocar uno o dos tonos de guitarra o bajo, había tomado una birome o una máquina de escribir, según un slogan que define el espíritu de época. Y en parte sucedió gracias al punkzine. “Sniffin’ Glue fue pirateada en todo el mundo" –dice Perry–, "Blondie me dijo una vez que en New York se la podía conseguir en papel rosa, lo cual no tenía nada que ver la nuestra". El número final de Sniffin’ Glue, el 12, apareció en agosto del 77’, incluyendo un disco flexible gratis de “Love Lies Limp” de Alternative TV, la banda con la cual Mark Perry había comenzado a ser identificado. A fines de la década llevó adelante Step Forward, un sello en el cual The Fall, Sham 69 y Chelsea and The Cortinas grabaron su primer disco. En 2000, la editorial Sanctuary Books publicó Sniffin' Glue, El Accesorio Punk Esencial, que compila todos los números del fanzine, junto a nuevas notas y fotos. Por su parte, la especialista en el tema Teal Triggs editó en 2010 el excelente libro Fanzines, que compila gran cantidad de material visual, entre ellos, el definitivo e inconseguible Sniffin’ Glue.