Exclusivo: Córdoba, capital del asado y la infografía
Todavía no se borra en nuestras retinas el encuentro de los infógrafos argentinos en Villa María. En la ciudad mediterránea se pudieron reunir los profesionales más reconocidos de Buenos Aires y de Córdoba, en una misma mesa. Uno de ellos, el editor de infografía del diario cordobés La Voz del interior, escribió en exclusiva para Visualmente, sus sensaciones privadas. Las fotografías pertenecen a Roberto A. Zayas, fotógrafo de El Diario. (Por Juan Colombato) Estos dos componentes (asado-infografía) pasaron a ser la combinación perfecta en estos lados del mundo para desarrollar las Primeras Jornadas de Infografía a nivel nacional. El pasado fin de semana (1º y 2 de junio, para ser más preciso) que tuvo como anfitrión y organizador al medio periodístico de Villa María, “El Diario del centro del país”, convocó a participantes de distintos puntos del país y exponentes de los principales medios, a inaugurar la primer cumbre de su tipo con promesa de futuras ediciones. Hace un tiempo (largo) que imaginaba un evento de estas característica, pero no fue concretado hasta que el llamado de un amigo en común y del mundo visual, Luis León Yong, esbozó una idea tan simple como una juntada culinaria. Ese fue el disparador de una materia pendiente para el mundo de la infografía en la Argentina. No somos muchos pero lo suficiente como para crear un marco de discusión, debate e intercambio de visiones infográficas. Éramos sólo cinco exponentes, pero de lugares tan disímiles como para poder mezclar recetas y no recetas de este género cada vez más participativo en el mundo periodístico. Como lo dije en mi blog: aquí no hay gurúes ni mucho menos, pero si hay excelentes profesionales visuales que trabajan para facilitar el entendimiento de las informaciones y hacer mejores periódicos. Los expositores de este “nacimiento” fueron Alejandro Tumas (Clarín), Norberto Baruch (Tiempo Argentino), Alejandro Bogado (La Nación), Luis Yong (Comercio y Justicia), Arturo Moya (académico de la Universidad Siglo XXI) y el que suscribe (La Voz del Interior). Cada uno de nosotros desarrollamos una concepción de la infografía desde medios muy distintos. Esta característica se notó desde el comienzo de las jornadas con una mesa redonda espontánea, para, desde la inauguración, interactuar con un público ansioso de conocer este mundo visual dentro del periodismo. Eso sí, el punto en común de todos los exponentes fue la pasión de lo que hacemos y las ganas de compartir. Estar allí era como respirar “fuego infográfico”. No sólo por los que estábamos de este lado del mostrador, sino también por los oyentes, que más que oyentes pasivos eran participantes activos devolviendo en igual cantidades lo que los disertantes les estaban entregando. Esto también se notó al segundo día de las Jornadas, en el que se dictó el taller, al ver la sala llena. En el cuál, las casi cien personas provenientes del interior de Córdoba, Santa Fe y Tucumán, entre otros, se dividieron en ocho grupos y trabajaron en medio del calor de la rotativa del diario para realizar las infografías con una pasión que daban ganas de hacerlas uno. Eso no se ve en todos los días. Allí la energía se contagió de una manera automática. El público que venía del palo del diseño gráfico, las artes plásticas, el periodísmo y hasta del diseño de moda, parecía que quisieran ser infografístas de un medio importante. Su participación fue de verdad muy emocionante, cosa que yo, al igual que todos los que animamos esta fiesta, nos sentimos con la tarea cumplida (con creces). Como comentamos en el grupo, hay muchas ganas de volver a arremeter con la parte dos de esta saga. Esta sintonía responde a que muchos de nosotros entendemos que la infografía hace rato que dejó de ser una disciplina complementaria para ocupar el lugar que merece dentro de los medios periodísticos.