Último momento: Una infografía sobre los Wachiturros como homenaje al Hunter S. Thompson
Mañana, el diario Tiempo Argentino publica un largo reportaje al grupo de cumbia del momento, Los Wachiturros. Si bien sus letras no demuestran mucha creatividad, sus coreografías llaman la atención. Por tal razón, un grupo de expertos de las secciones de Espectáculos, Fotografía e Infografía, encabezados por el redactor Julián Anzoategui, trabajó durante casi dos semanas tratando de traducir visualmente lo que sería el código fuente del famoso paso de su canción insignia, "Tirate un paso". Y ahí entra el homenaje al autor de "Fear and Loathing in Las Vegas".
El Gonzo fue, tal vez, el más visual de los periodistas norteamericanos. La gilada se fijaba en lo que el tipo se metía adentro, en lugar de ver lo que el tipo sacaba para afuera, con sus impecables crónicas desde el borde. Su estilo suprapersonal fue el antecedente de lo que hoy se conoce como el Periodismo 3.0.
Cuando Jann S. Wenner empezó con su revistita, en el segundo piso de una pequeña imprenta de San Francisco, no sabía hasta donde llegaría. Era 1967 y su proyecto, bastante confuso, parecía nacer muerto hasta que apareció El Gonzo. "Apareció en mi despacho, con una peluca de color gris rizada. En una mano llevaba una carpeta enorme, mientras que en la otra, tres paquetes de seis cervezas cada uno, trataban de no voltearlo. Después de su primer encargo (El poder freak en los rockies), Hunter S. Thompson se fue a escribir Miedo y asco en Las Vegas. Esta pieza cambiaría el rumbo de Rolling Stone y el semblante del periodismo", concluye.
Sin peluca de color gris, Anzoategui no sólo consigue arrancar confesiones únicas a los integrantes del grupo más buscado en Google, sino que además se hace bien gonzo y se transforma en un verdadero wachiturro. Frente al fotógrafo del diario (que llamaremos Dr. Bai, por pedido expreso de guardar su identidad), el redactor ensaya, una y otra vez, los pasos hasta lograr la excelencia. Con esa base, El Norbi trata de hacer una infografía. Un verdadero homenaje al Hunter Stockton Thompson más extremo, más gonzo, donde el límite entre sujeto y objeto, ficción y no-ficción, y objetividad y subjetividad, deja de existir.