(Ilustración digital de El Norbi)
Hoy se cumplen 10 años del estreno de la película Matrix de Andy y Larry Wachowski. Después de su primer ensayo detrás de las cámaras -el film noir "Bound" ("Sin límites", según su estreno en la Argentina)-, los hermanos Wachowski comenzaron a bocetar la nueva película.
En 1999, "Matrix" dejó de ser una película para convertirse en el fenómeno de culto, no sólo por los 460 millones de dólares, sino por cuestiones menos materiales. El Norbi planteaba en una nota especial escrita para su anterior diario (La Nación) que "como el Jasón de los Argonautas y su viaje en busca del vellocino de oro, Matrix tenía muchos guiños que nada tenían que ver con el plan original de la fábrica del espectáculo hollywoodense". Y agregaba que la misma había abierto la mayor discusión filosófica del momento, "casi sin proponérselo". Esta nos remite al mito del cerebro en la cubeta, descendiente de uno de los argumentos escépticos que el filósofo René Descartes en sus Meditaciones metafísicas. El argumento del sueño sostiene que no es posible distinguir la realidad de lo que no es real. Morfeo (no es casual que se llame como el dios del sueño) parafrasea a Descartes cuando le pregunta a Neo si alguna vez no sintió que un sueño era tan verídico como cuando no está soñando. Ergo, ante una determinada experiencia consciente, no puedo saber si estoy frente a una experiencia onírica o veridica.
El Norbi no sólo escribió la nota, sino que la diseñó y la ilustró, con su Neo muy parecido a Descartes.