9.4.08

El infógrafo perfecto no existe

Siempre se ha discutido en las redacciones entre diseñadores y periodistas, sobre el papel que tienen cada uno dentro de la construcción del hecho informativo. A esta discusión se suman los fotógrafos y los infógrafos. Nuestro concepto de la Solidaridad editorial busca equiparar fuerzas en este debate. La visión de los infógrafos dentro de un diario no deja de ser interesante, como lo planteó en un post anterior el actual editor de infografía de Clarín, exclusivo para VisualMente. Ahora es el infógrafo del diario venezolano El Universal, Nicolás Ramallo, quien se suma al debate.
ramallo
(Por Nicolás Ramallo) Estaba chateando un rato con El Norbi, felicitándolo por su pase a Crítica, hablando de los Malofiej, comentando el artículo de Pablo Loscri (Clarín) sobre los premios de este año y la charla de Michael Robinson sobre los gráficos de The Guardian y su diseño, y surgió lo que yo llamo "la eterna discusión" sobre si los infógrafos deben ser periodistas o diseñadores.
Dice Pablo en su texto que "el diseño gráfico (o mejor dicho el diseño en comunicación visual) en su articulación con el periodismo tiene mucho para sumar al campo de la infografía periodística", y yo estoy completamente de acuerdo con eso. El Norbi me dijo que el estaba del otro lado, porque es periodista, y me preguntó: "¿Querés escribir desde el lado del Diseño en la Infografía?". Le dije que sí, así que aquí estoy, dando mi punto de vista. La idea no es dividir los departamentos de infografía, ni decidir cual de los dos grupos es mejor. Creo que eso no nos ayudaría para nada y no aportaría nada útil para nuestra profesión. Conozco excelentes infógrafos de los dos bandos, y departamentos donde periodistas y diseñadores trabajan en equipo para lograr los mejores resultados. Pero dije que yo defiendo el diseño, así que voy a tratar de explicar por qué.
Me gradué de ilustrador en el año 96. Comencé a trabajar, un año después, en el departamento de infografía de El Universal sabiendo muy poco (por no decir nada) sobre periodismo y creo que eso fue una ventaja para mi. Suena raro, pero es verdad. Recuerdo la primera vez que tuve que salir a la calle a cubrir la pauta de un incendio y, aunque traté de hablar con los bomberos para conseguir la información necesaria que me ayudaría a realizar mi trabajo, no pude. Me parecía que dentro de toda la confusión y el caos que se genera en ese tipo de situaciones, yo estaba estorbando. Tuve que esperar que los periodistas expertos en la materia improvisaran una pequeña rueda de prensa e hicieran sus preguntas para poder escribir en mi pequeño cuaderno de hojas blancas los datos relevantes para mi infografía. Lo que si pude hacer, sin ayuda de los periodistas, fue un dibujo de la fachada del edificio en llamas y la ubicación de los camiones de bomberos que trataban de apagar el incendio. Me faltaron muchos datos, pero tenía lo que era más importante para mi: el desarrollo visual. Ya han pasado diez años desde aquel Breaking News y creo que he aprendido unas cuantas cosas para que no me pase lo mismo otra vez, pero creo también que a lo largo de estos años soy cada vez más y más gráfico. Decía que no ser periodista ha sido una ventaja para mi porque tengo otra forma de leer el periódico y de ver las infografías. Y es simplemente la misma forma que tienen muchos de los lectores que ven nuestro trabajo. He visto trabajos muy completos desde el punto de vista informativo pero muy pobres en diseño y no me han llamado la atención. Me aburren. Pero también he visto lo contrario, verdaderas obras de diseño, con información errónea o incompleta, que no aportan nada al espectador. Y es ahí a donde quería llegar. En mi humilde opinión, que para nada pretende ser la de un experto en la materia, es que debe haber un equilibrio entre el diseño y la información, pero un buen diseño siempre nos ayudará a que el lector se enganche con nuestro trabajo, quiera leerlo y pueda entenderlo. Pablo cuenta que de los siete infógrafos que integran el departamento del Clarín actualmente, cuatro son diseñadores. Y además tienen dos pasantes que provienen de universidades de diseño. Para los que han seguido la trayectoria impecable de las infografías del Clarín, se darán cuenta porque estoy de acuerdo con Pablo y porque le doy tanta importancia al diseño en la infografía. Recuerdo que cuando Milfri Pérez era la jefa de nuestro departamento, y entrevistaba a los candidatos que ingresarían a nuestro equipo, siempre le pedía que me mostrara el portafolio que habían traído a la entrevista. No me importaba si se habían graduado con honores en la facultad de Comunicación Social de la universidad más importante. O si tenían un postgrado, o un master. Yo quería VER lo que hacían. Estoy seguro que Milfri pedirá derecho a réplica después de leer esto porque ella está en el mismo bando de El Norbi, y siempre nos hemos divertido mucho con esta sana discusión. Espero que lo haga.
La cuestión es que el infógrafo perfecto no existe. Los periodistas necesitan al diseño, y los diseñadores necesitan la información. Lo ideal, para mi, es poder combinar en un mismo departamento la mayor variedad de talentos, estilos y profesiones para lograr trabajos mucho más completos y un producto final de calidad para los lectores. Ese debe ser nuestro principal objetivo.