Por ejemplo, tenemos al diario Clarín que sostiene, con cierta audacia, que se dió a conocer el índice de la inflación mensual y que esto provocaría una segura polémica.
Mientras que el diario sostiene, a través de su título principal, "Otra vez, un índice de inflación para polémica", el diario Crítica utiliza un poderoso recurso visual que irrumpe en toda su portada, alterando la morfología acostumbrada. Cuando hablamos de solidaridad editorial no estamos hablando de otra que de esto. Por más que un titular tenga tres líneas importantes, con un texto que recurre a formas cuasicoloquiales, para acercarse al lector, no podrá competir con una portada que mostrará la verdadera sensación térmica de la gente.