La nota del NY Times avivó el debate acerca de la moda de los "compactos" que iniciaron The Times y The Independent en Inglaterra. Lo cierto es que parecen ser unos cuantos los que creen que la fórmula mágica del achicamiento sólo funciona bien en Europa y no tendrá buenos resultados en los Estados Unidos.
Alan Jacobson profetizó en NewsDesigner.com que la "locura" de los tabloides no se volverá realidad en Norteamérica. ¿Las razones? Primero, todos los ejemplos que se citan continuamente han sido llevados a cabo por un único diseñador: Mario García. Y, más importante aún, todos han ocurrido fuera de los Estados Unidos, donde los periódicos tienen un modelo económico diferente. "Los diarios en Europa hacen dinero vendiendo ejemplares. Aquí los diarios hacen dinero vendiendo publicidades", apuntó Jacobson.
El español Javier Errea piensa en forma parecida a su colega estadounidense. Para él, ser tabloide no es una cuestión de tamaño sino de mentalidad. Pensar que solamente achicando el formato se podrán ganar nuevos lectores, simplemente, es algo que no tiene mucho sentido.
Desde la vereda contraria, Robb Montgomery, de VisualEditors.com, cree que es sólo cuestión de tiempo... y de terminar con los prejuicios: "creo que el problema de los periodistas norteamericanos es psicológico. ¿Es este (se refiere al New York Post) el espectro que se les aparece cuando alguien menciona la palabra "tabloide"?".
Algo de esto último parece haber, porque la realidad indica que está mucho mejor visto decir "compacto" en lugar de "tabloide"... Veremos.