1. Levantar una bandera ética del caso me parece una exageración fuera de lugar. Estoy totalmente de acuerdo con Alberto Cairo: ¿cómo es posible hacer una montaña de lo que no pasa de ser una anécdota cuando hay en nuestros gráficos tantas inexactitudes, tanta superficialidad, tantísima decoración muchas veces? Tal vez, valdría la pena mirar este y otros casos con una óptica distinta de la estadounidense, tan preocupada casi siempre por la apariencia, por el qué dirán. Fuera de Estados Unidos, las cosas no funcionan así, y no por eso son de peor calidad o menos éticas.
gráfico no sería peor ni merecería descalificaciones como las que se han vertido. Quiero decir que el gráfico merece o no medalla independientemente del logo de NewTek. Por supuesto, no comparto en absoluto la opinión de Richard Curtis, que desenfoca la cuestión y entra en un terreno peligrosísimo.
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2. Lo más importante, a mi juicio, no está en todo lo mencionado. Para mí, lo verdaderamente revelador es que asistimos a una nueva etapa publicitaria, a una era de nuevas relaciones entre los contenidos editoriales y la publicidad, y que tenemos que ir ajustando cosas y acostumbrándonos a consecuencias hasta ahora insospechadas. Como escribí recientemente en un número de la revista 'Design', que edita la SND, las barreras tradicionales entre contenidos editoriales y publicidad han sido derribadas y sólo ahora comenzamos a advertir los efectos. Hay cuestiones éticas, naturalmente, que habrá que ir analizando. Existen peligros. No es un camino fácil. Pero se me antoja apasionante. Para los que tenemos cierta edad y estamos acostumbrados a unos límites más estrictos, esta
nueva era nos va a plantear conflictos muy duros. Sin embargo, e insisto en que ésta es sólo mi opinión, los puristas van a tener que tirar la toalla porque el fenómeno es imparable.