A fines de junio hicimos una producción fotográfica muy poderosa, con mucho apoyo en el maquillaje. Estas nuevas polaroids son el producto de lo que armó en una sala de ensayo del barrio de Villa Crespo.
Esta vez, El norbi trabajó con su amiga, la actriz Lola Otero, en el lugar donde ella venia estudiando danza clásica. Este pretexto de locación sirvió para construir una historia visual mucho más inocente e ingenua que las que venía haciendo.
Por supuesto, que el make up nuevamente a cargo de otra amiga de El Norbi, la poderosa Connie Moreno, quien viene trabajando con su técnica muy poderosa de aerógrafo cosmético.