14.8.09

Exclusiva: Llegan los Antilibros (de Barcelona)


El día de mi cumpleaños, Pablo Marchetti, Mariano Lucano, Daniel Riera y f.g. Mazzeo decidieron presentar oficialmente su nuevo proyecto editorial. Hace un tiempo le presentamos a los lectores latinos una portada de su revista cuasi mensual Barcelona, donde presentaban al nuevo catolicismo, de la mano de las manifestaciones pronazis de sus referentes. Ese cuarteto, que viene editando una de las publicaciones más irónicas del mercado editorial argentino (a veces superado por Crítica), hoy se unen para formar "la pequeña gran editorial Antilibros, que en principio tiene la modesta pretensión -dicen- de editar nuestros propios trabajos y los de otros amigos, y que irá creciendo de a poco en la medida que la fortuna y los lectores la acompañen".
Los primeros cuatro libros de Antilibros son Caprichos, de Lucano, Dialecto pequeño burgués, de Marchetti, Ejercicios para la mano izquierda, de Mazzeo y Familia y Propiedad/La vergüenza nacional, de Riera.

(Marchetti+Lucano+Mazzeo+Riera, por Humphrey Inzillo)
entrevista Precisamente con Daniel Riera, jefe de redacción de Barcelona (con quien trabajamos en un proyecto de portal de Internet que se iba a llamar El Acceso, hace un tiempo), pudimos charlar, en exclusiva.
Cómo nace la idea de Antilibros?
Mi amigo Pablo Marchetti y yo terminamos de escribir sendos libros de poemas casi en la misma época. Ninguno de los dos tenía ganas de empezar a dar vueltas por editoriales que en el mejor de los casos le ofrecerían publicar sus libros en el día del arquero y en el peor, le pedirían plata para publicarlos. Surgió entonces la idea de formar una pequeña editorial que nos permitiera publicar nuestros trabajos cuando quisiéramos, atendiendo únicamente a nuestro deseo sin mayores especulaciones comerciales. Casi inmediatamente pensamos en asociar a dos amigos artistas: Mariano Lucano, artista plástico y diseñador, y f.g.mazzeo, narrador, y ambos se engancharon enseguida con mucho entusiasmo.

Qué relación tiene con Barcelona?

Hay una relación de hecho: los cuatro socios de Antilibros (Pablo Marchetti, Mariano Lucano, f.g.mazzeo y yo) trabajamos en Barcelona. Hay, también, una serie de concepciones parecidas: la principal es hacer lo que se nos cante, sin que el dinero o la ausencia de este sean impedimentos para hacerlo. Y también es importante buscar mecanismos de trabajo autogestivos y laburar con los amigos. Podemos pensar en Barcelona como una antirrevista, en la medida en que cuestiona desde la parodia el discurso de la prensa gráfica y los mecanismos de lobotomía cotidianos que esta nos ofrece. Antilibros no implica una parodia, pero sí un cuestionamiento de la lógica del mercado editorial.


Por qué se llama Antilibros?

Bueno, porque parte de una serie de premisas que contradicen lo que se supone que en esta época, en la Argentina, “debe ser” un libro y “debe ser” una editorial. Por empezar, porque nuestros antilibros son muy baratos (son libros nuevos, no reposiciones de viejos títulos, y cuestan entre $15 y $20, según la boca de expendio). Los autores intervenimos directamente en la producción, la difusión, la venta y la distribución . Tratamos de que nuestros libros nos pertenezcan de verdad y al mismo tiempo de romper la lógica de las editoriales como máquinas de hacer chorizos.

Qué define a un libro Antilibro?
El diseño respeta un dogma artesanal: las tapas se hacen en diferentes colores y luego los títulos, el nombre del autor y el pie editorial se aplican con sellos (goma y linóleo fueron los materiales utilizados). El que sella es el propio autor del Antilibro. De este modo, cada ejemplar es único. En el caso del antilibro de dibujos de esta serie (Caprichos, de Mariano Lucano), el autor, además, diseccionó 10 bocetos en 300 partes y pegó una diferente en cada tapa. Más allá del artesanado y de la participación activa del autor en todo el proceso (mencionada en 3), no hay otros dogmas excepto la obligación de que el antilibro nos guste a quienes lo publicamos.


Cómo podrías caracterizar vos a un Antilector?

Supongo que un Antilector no se haya del todo a gusto con la mesa de novedades de las librerías y cada vez le cuesta más encontrar un libro que le guste. Supongo que se preguntará por qué cualquier libro pedorro cuesta como mínimo $50. Supongo que sabrá que la antidemagogia es la mejor manera de mimarlo, que los mejores libros son aquellos que se escriben o se dibujan porque uno tiene ganas de escribirlos o dibujarlos y no porque sueña con quedarse con su dinero. Aspiramos a que el Antilector adquiera un sentido de pertenencia con los Antilibros y que desee tenerlos todos, en la certeza de que comparten un mismo espíritu. Por eso estimulamos con la compra de los cuatro antilibros como una obra colectiva y ofrecemos descuentos a quienes compren los cuatro. Por eso, desde nuestro blog (www.antilibros.blogspot.com ) vamos a promover mecanismos de suscripción, con el deseo de que los lectores tengan todos los volúmenes que editemos, sientan que forman parte de un mismo proyecto y nos ayuden a concretarlo.