Franco no se limitó a traducir el informe, sino que publicó un artículo en el que opinaba respecto a las conclusiones del estudio y aprovechaba para disparar algunas frases contundentes como esta (la negrita es nuestra):
“Tal vez, la primera tarea para repensar los programas de formación de periodistas a la luz de Internet es tratar de armar un panorama completo de lo que está pasando en la industria de medios y en la sociedad (...) Antaño, las Facultades obtenían ese contexto de un dueño de medio, a quien invitaban a un auditorio con 300 o más estudiantes y le soltaban, en boca del decano o director de carrera, la siguiente originalísima pregunta: "Dr. Fulanito, ¿Cuál es el perfil de periodista que requieren los medios?" Hoy, la originalísima pregunta solo llevaría al ridículo, aunque se sigue haciendo. De hecho, de ese auditorio de 300 o más estudiantes, escasamente uno o dos tendrían oportunidad de hacer práctica en un medio tradicional. Y la probabilidad de quedar enganchado es casi nula.”La investigación reveló, como era de imaginar, que los periodistas que trabajan en un medio online precisan -en mayor o menor medida- conocimientos sobre HTML, Flash, usabilidad web, uso de sistemas de administración de contenido, creación de productos multimedia, edición de audio y video. Por supuesto, otras habilidades que el periodismo siempre exigió -como tener juicio noticioso, saber trabajar bajo presión y con tiempos, saber de grámatica y redacción- siguen siendo imprescindibles.
Franco pone el acento en la necesidad de repensar los programas de formación de periodistas. Él habla sobre Colombia, su país. Pero desde aquí apuntamos que la situación es similar y las tareas pendientes, muy parecidas. Y frente a quienes siempre tienen alguna excusa lista para justificar la inacción y la pereza ejecutora, el editor de eltiempo.com aclara:
“Una aproximación que hay que evitar (...) es sugerir que los programas se pueden llenar de 'parches', con una electiva aquí, otra más allá... La gente que así actúa desde la academia es la misma que asegura que esta reflexión en torno a los programas de formación de periodistas no es válida porque nuestro contexto es absolutamente diferente al de los países desarrollados, argumentando, por ejemplo, la baja conectividad a Internet, o su concentración en los estratos altos... No, definitivamente no. Para el periodismo, no nos cabe duda de que estamos hablando de un contexto globalizado. Lo que está ocurriendo allá nos está señalando un camino, que tarde o temprano deberemos recorrer. ”