29.4.06
Especial Wired: Por una publicidad más inteligente en las revistas
Resulta llamativo ver cómo frente a la página con las cartas de lectores hay una página de publicidad del United States Postal Service. Sobre esto y otras cosas más de la publicidad y el periodismo hablamos con el director de arte de Wired, Jeremy LaCroix.
- ¿Cuál cree debería ser el rol de la publicidad en una revista? (Además de generar recursos para el medio, por supuestos.)
- Me encantaría ver una publicidad más inteligente en las revistas.... Creo que más que hacer dinero, las publicidades deberían comunicar tendencias, cultura popular, etcétera. Muchas veces los anunciantes pueden invertir grandes sumas de dinero en trabajos de arte o fotografía que nosotros no podemos pagar, por eso espero y usualmente veo muchos nuevos fotógrafos trabajando para ellos... Espero ver fotógrafos e ilustradores mordaces. Y en los mejores escenarios veo un pensamiento mordaz.
- ¿Qué tan importante le resulta diseñar páginas de contenido que no luzcan como publicidades y viceversa?
- Me importa mucho separar lo más posible la edición de la publicidad. Pero a veces se vuelve complicado por los anunciantes han descubierto las claves de nuestro estilo y muchas veces tratan de robarse nuestros diseños con el objetivo de hacer que el lector se confunda y piense que se trata de nuestro contenido. En Wired hacemos lo que podemos para separar ambas cosas... Tenemos reuniones de “contigüidad” antes de lanzar las ediciones y cambiamos de lugar publicidades si sentimos que hay un conflicto de intereses en algún lugar.
- ¿Cómo te sentís respecto a mezclar contenidos con publicidad?
- Creo que es un mal necesario hasta cierto punto. Pocas revistas pueden sobrevir de subsidios o préstamos. La mayor parte viven de la publicidad. Siempre es una lucha poder mantener tu integridad sin “venderte” al anunciante. La desafortunada verdad es que necesitamos que los anunciantes paguen nuestros gastos... hasta que encontremos otro paradigma para trabajar. Es importante hacer malabarismos con la relación entre contenidos y publicidad para asegurarse de que la proporción entre avisos y producción editorial nos permita mantener la integridad periodística.