Estamos en Roma, todavía. Pocas cosas interesantes pasan en el país de Berlush. Una de esas pocas pasa los sábados. Los dos diarios más importantes de Italia, La Repubblica y el Corriere, publican los sábados sendas revistas femeninas. Estas son D (La Repubblica delle Donne) e Io Donna (Il Femminile del Corriere Della Sera), que se pelean por un gran mercado consumidor. Y pelear en este escenario es decir mucho.
En el último fin de semana, las dos salieron con ediciones especiales que rompieron la armonia de los quioscos italianos. Porque los dos se tomaron en serio lo de edición especial y saltaron a lomos cuadrados y 302 páginas el del Corriere y 274 el de La Repubblica. Las principales razones de esta inflamación editorial están en el inicio de temporada de primavera. Lo que se viene en la moda en la península será el prinicpal argumento para que las italianas se animen a cambiar de diario. En la península, los fanatismos que se existen entre los lectores de los diarios hace recordar a los seguidores de algún equipo de futbol. Un lector de La Repubblica nunca compraría el Corriere. Parece que esta situación no se produjo entre las mujeres.
En esta primera entrega hablaremos de Io Donna y de su Especiale Pret-a-Porter 2006. Pocas veces, uno puede asistir a verdaderas experiencias creativas dentro de los periódicos. Estas posibilidades se achican si empezamos a pensar en las revistas que publican ellos. Pero en Italia, la cosa parece ser otra. La propuesta del sábado pasado de la revista Io Donna del Corriere Della Sera es realmente rompedora.
Se acerca la nueva temporada y las revistas están que arden. Encima estamos en una de las capitales de la moda femenina. Pero Io Donna preparó un especial, con la supervisión de Carlo Andreotti, sobre Pret-à-Porter totalmente visual. Convocó a treinta y siete fotógrafas especializadas en moda, para que cada una hiciera una especie de interpretación de las distintas colecciones Primavera-Verano, a través de sus autoretratos (Autoritratti).
En excelentes dobles páginas, la fotógrafa y la modelo muestran lo que vendrá. Esta propuesta distinta ofrece casos realmente alucinantes, donde las profesionales visuales no le temen al ridículo como Marta Piazza (Fendi), corriendo y gritando en medio de un acantilado con un vestido de chiffon lila, o Sara Fregoso (Versace), arreglándose su vestido, también de chiffon, en medio de una mueca bastante burda. Pero Jackie Pizza se lleva el premio de lo impresentable.