Segundo, porque sus editores, de verdad, creen que la censura es lo contrario al periodismo. Tercero, porque VisualMente ha publicado todos los comentarios, siempre, sin editar, sin cambiar, sin sugerir, sin analizar. Por ejemplo está publicado el que dice que no dimos ninguna exclusiva con la tapa de Playboy.
Cuarto, porque, quien esto escribe es periodista desde hace más de veinte años y sabe lo que es la censura.
No creo que la solución para los comentarios sea el no comentario, la famosa edición, invento de los nuevos censores como mi ex amigo Rolando Graña. En VisualMente, los comentarios tienen tanta importancia como los post. Pero lo bueno que tanto ellos como los post que los originan se pasean frente a la mirada atenta de nuestros otros lectores, esos que, a veces, aceptan participar. Esos son el mejor parámetro para evaluar lo que escribimos los que nos gusta este oficio. Me acuerdo cuando me puteaban (por supuesto que menos que a Majul) y algunos saltaban por mí. Estoy convencido de que mi vieja no era, pues no sabe encontrar todavía los acentos en el teclado spanish-iso de la mac. Los comentarios escritos con mala leche se caen por su propio peso. Cuando López 1 denunció su padecimiento, tanto la excelente profesional que me acompaña (La Pujol) como yo nos ofrecimos (sin consultarnos previamente) a investigar sus dichos. Hasta ahora lo único que hemos recibido, como cuenta mejor La Pujol en el post que sigue, es una cargada. Uno, aunque algunos no lo crean, es esclavo de sus palabras.
Por todo esto, VisualMente no censura.