Cuando uno intenta analizar el resultado de un concurso, cualquier concurso, brotan sospechas, críticas y variados comentarios. Desde VisualMente queremos hacer nuestros comentarios sobre dicha resolución. Primero queremos agradecer a los jurados. A Verónica, a Ana María, a Bianca, a Ramón, a José Luis, a Patricio, a Dario, a Leandro, a Juan, a Pedro. a Diego, a Ramiro y a Nacho. Todos ellos respondieron a nuestro pedido, todas las veces que fue necesario. Hasta Bianca que está mortificada por no haber podido votar a tiempo. También a los dos jueces suplentes, Sabina y Ernesto. A todos, muchas gracias. Nuestro comentario sobre el veredicto final nada tiene que ver con su trabajo.
Segundo queremos agradecer a todos los participantes que mandaron sus propuestas, tanto a los que llegaron a las semifinales como a los que ni aparecieron. Sabíamos que convocar a un concurso de diseño, a veces, termina mezclando cuestiones personales y complica la cosa. Por eso evitamos las identidades a la hora de remitir el material preseleccionado a los jueces. Pero no pudimos evitar que algunos colegas se sintieran molestos por haber perdido. Muchachos, aflojen. Algunas de sus propuestas eran inclasificables, por decir algo bonito.
Tercero queremos agradecer a los lectores de VisualMente que, sin existir dicha posibilidad, se sientieron con ganas de votar por los logos. También no faltaron las críticas de fuerte factura y algunos comentarios de dudosa identidad. En general, y como adelanto de nuestro breve balance del año, no hemos tenido ninguna intervención de mala leche.
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Más allá de Maradona, el logo tiene una visibilidad que resiste cualquier reducción. Su tipografía universitaria ayuda a la lectura más extrema, si tenemos en cuenta semejante extensión textual. La inclinación es interesante, ya que establece un lazo muy fuerte entre lo humano-gestual-imperfecto y lo digital. Su forma parece la tecla rota de una Lexikon 80 de Olivetti, mi primera máquina de escribir de mi primer profesión (periodismo).
(Mientras que El Norbi esperaba votar por el logo de Felipe Pimentel, la señorita Pujol gustaba de la propuesta de Visscher)