El propio diario anunció el viernes pasado, desde su contratapa, que comenzaba una nueva etapa: “Siempre gratuito y a color, el diario renovará su diseño y contenidos, fiel a un concepto periodístico que mantiene desde hace cuatro años: brindar un servicio de utilidad y, al mismo tiempo, la posibilidad de una lectura dinámica en el momento clave del regreso vespertino a casa”.
Para ver los cambios, sin embargo, hubo que esperar al lunes. Mientras, el artículo aclaraba que “el objetivo de esta renovación es profundizar su evolución hacia una mayor calidad informativa. (...) Pero más allá del retoque estético, habrá más enfoques y miradas sobre la realidad, con especial énfasis en las áreas de interés general, y el aporte de nuevos columnistas. También se hará un seguimiento más abarcativo en temas de consumo, negocios, salud, ciencia, espectáculos y entretenimientos. Todo esto se sumará a las habituales producciones propias de actualidad, espectáculos y deportes; las historias de vida; los servicios; y los suplementos semanales y mensuales”.
Antes...
... y ahora.
Los cambios, que corrieron por cuenta del estudio Cases i Associats (que ya tuvo a su cargo los rediseños de Clarín y Viva), se vieron el lunes, e incluyeron nueva tipografía y una nueva paleta de colores. Matías Kirschenbaum, director de Arte del gratuito, nos contó que su función “fue la de adaptar el ideal de la maqueta realizada por el estudio a las necesidades y realidades concretas del diario”.... y ahora.
Luis Vinker, director de La Razón, por su parte, escribió el lunes en la página 3 que “a través del diseño renovado, intentaremos sumar contenidos que hacen a la vida cotidiana, los avances científicos, las guías del espectáculo y el entretenimiento, el consumo y los negocios. (...) A la vez, se sigue trabajando en el “plus” que representan sus suplementos, tanto para aumentar la oferta de lectura como para generar un nuevo vínculo con sus anunciantes. (...) La idea, a partir del rediseño, es mantener los valores del diario, incorporar nuevos, acercarnos a nuestros lectores, estar atentos a sus inquietudes, compartir los códigos de los jóvenes y aportar una mirada propia en lo que sucede (nos sucede) a todos, día a día”.
El antes (izq.) y el después (der.) de cada sección.
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