(Por Carlos Jaramillo) La portada de NO resulta tan inocua como un cable de Reuters sobre un tema que no te interesa. Cumple su objetivo comunicacional, sin lugar a dudas, pero el diseño minimalista no aporta con imágenes a la riqueza de las frases que expone el artículo principal (que sí es bacán) del suplemento.Lo simple del diseño se pega hasta en el color y, aunque dice todo lo que tiene que decir (para muestra lo simplón del título), no deja de molestarme que descole esa cosa extra que demuestra que "una imagen dice más que mil palabras (en este caso, frases)".
Vía Libre es muy vistosa. Los colores potenciados dicen eso que la nota quiere decir: Renacimiento, exponenciación.
No reconozco el barrio donde se tomo la fotografía, pero debo suponer que es el vernáculo de la banda, y queda genial como fondo (como lo qué sustenta a la agrupación) para la foto. Los gestos de los integrantes de EOY son muy chéveres, aportan describiendo a la banda y se maximizan con la el efecto de "desdoblamiento", de ellos mismos saliendo de sí (otra vez la idea de potenciación), que da algo más y salva a la portada de ser sólo una fotografía.
Para mi gusto la mejor tapa es la del SI. Desde la fotografía, hasta el juego de palabras en el titular, me parece que todo fue muy bien pensado y traducido a las imágenes. El claro-oscuro (alegría tristeza) del alto contraste dice cómo es una favela, como los colores de la bajada tratan de mostrarnos un poco de la idiosincrasia brasileña.
La sombra del camarógrafo en primer plano (espero que sea eso), nos introduce al personaje. Los dos hombres, dentro de lo que parece ser el lente de la cámara, nos indican como es la vida en el barrio (lo que pudo ser la vida del protagonista… según la información de la bajada). Y el fondo de la calle saturada da un buen equilibrio visual para las dos pesadas masas negras, que hay en el tope y la base de la página, resaltando el nombre de la sección y el titular de la nota principal.
En forma y fondo, me agrada.
Carlos Jaramillo estudió periodismo en la Universidad San Francisco, de Quito, Ecuador.