(Por Gustavo Flores) Es imposible no reconocer, cuando uno ve los premios de la SND, los Malofiej, lo invitan a algún seminario sobre infografía en México o lee sobre cómo fue el rediseño de tal o cual diario, que por la piel no nos corra una extraña sensación de envidia y magia como de cuento de hadas imposible de realizar.Claro, esto no le sucede a la mayoría de los participantes de este sitio. Esto le ocurre solamente a aquellos que intentan llevar la profesión de comunicadores visuales no precisamente desde medios poderosos, con solvencia económica o ideas renovadas, sino desde la periferia de los medios impresos, desde aquellos que tienen escasos recursos para todo.
¿Acaso es posible lograr resultados óptimos en un medio donde no es posible adquirir tipografías, o que no tenga un diseñador en el plantel? Y la lista sigue.
¿Pueden los periódicos pequeños, de ciudades perdidas en el mapa globalizado hacer su diseño sin estudios de mercado, con escasas computadoras o software antiguo?
A veces, el que diseña escribe alguna nota de locales, o hace de reportero gráfico, avisos y, por qué no, montaje de los astralones. Y está también el que, inclusive, empieza el día muy temprano vendiendo algunos ejemplares de su periódico. Las presiones o condicionamientos son muchos. En diarios pequeños casi familiares, la opinión de la novia del hijo de dueño suele pesar más que la del encargado de redacción. Muchas veces vencer costumbres es muy difícil, si es que no hay una postura fuerte de la dirección y se prefiere entonces imprimir el texto de los periodistas, contar los caracteres y luego diagramar. Cosa que sucede aunque no lo crean.
¿Es posible entonces hacer un buen diseño cuando está todo en contra? Sí. Siempre es posible hacer aunque sea algo, que será mejor que no hacer nada. Las ideas firmes, el objetivo claro, los fundamentos correctos y, principalmente, la convicción de no traicionar al lector y, más que nada, de no traicionarse a sí mismo. A diseñar entonces...
Gustavo Flores es jefe de diseño del diario El Litoral, de Corrientes, Argentina.