(Por Luis Enrique Villegas) Nació en la señalética de los baños, de alguna estación de servicio perdida en el tiempo y la distancia; hasta se afianzó en el ambiente fashion y luminoso de los shoppings. Más acá y por estos días el stencil lo convirtió en criatura callejera: se lo puede encontrar con su cabeza en llamas en paredes y baños públicos de la ciudad, o interviniendo alguna señal de tránsito con su agrio humor.De alguna forma este personaje tienta al diseñador que tiene a tiro, para que lo incluya en cualquier tipo de pieza gráfica: flyers, afiches, invitaciones y tapas de publicaciones lo popularizan, por nombrar elementos de alcance cotidiano, y así gana terreno este ente vectorial.
El muñeco maldito no tiene límites ni ética alguna; hace un tiempo mandó a trabajar a su mujer embarazada a la tapa de LAS 12 (precisamente el 4 de marzo), y dejó que aparezca como una repetición, en un entorno de tapa con aires de infografía. Este ser se afianzó en la mente de algún creativo de Página/12 como un virus del cual cuesta despegarse si uno no está inmunizado.
La semana pasada fue el personaje principal en la tapa del NO, y recibió la mayor cantidad de votos cuan muñeco maldito de carne y hueso que presidió nuestras tierras. Esta fecha de la competencia lo tiene como actor principal en el mismo suplemento. Es importante aclarar la capacidad de mutación que posee y esta vez agregó un libro a su morfología para parecer intelectual. ¡Ya fue avistado con su cabeza en llamas! hay que observar la ciudad, nuestro entorno, uno de los hobbies que deberían llevar a la práctica la gran mayoría de los diseñadores, para no ser atacados por algún muñeco maldito.
Luis Enrique Villegas es estudiante de Diseño Gráfico de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Buenos Aires (FADU-UBA).