Como ya es costumbre desde hace un par de años, Clarín lanzó un suplemento veraniego para acompañar a los argentinos durante sus vacaciones: Tiempo de Ocio. Ocho páginas, formato tabloide como todos los productos del matutino, a color y con los tradicionales crucigramas, claringrillas, sopas de letras y otras misceláneas.
La novedad es la inclusión de una novela por entregas, escrita por el narrador Federico Andahazi, que retoma el antiguo género del folletín pero con algunas variantes propias de la era de Internet: la trama promete ser una creación colectiva del autor y los lectores, que podrán enviar sus sugerencias a través del e-mail. Todos los sábados habrá un nuevo capítulo que reflejará las ideas de los seguidores y co-creadores de la historia.
La experiencia, si bien alejada de lo estrictamente informativo, tiene puntos de contacto con las de otros medios que también están comenzando a experimentar diversas formas de permitir o aumentar la interacción de sus públicos con la labor periodística en las redacciones. ¿Moda pasajera? ¿Nueva tendencia que llega para quedarse?