(Por Norbi Baruch B.) Mucho se ha hablado de la película de "Deadpool & Wolverine" como el renacimiento de las películas de superhéroes, tan criticadas por los grandes directores de Hollywood como nunca antes había ocurrido. En realidad, casi todas, por no decir todas las cintas de personajes disfrazados y viriles, son un verdadero asco narrativo, que pegan en el palo de lo visual, y ni que hablar de lo ideológico. Pero hoy no venimos a hacer un tratado antropo-socio-político de los cómics, sino vamos a hablar de lo poco que saben los que escriben sobre superhéroes en los medios grandes y en las redes. Todo comienza con la avalancha de fotografías que la producción está ofreciendo de sus personajes principales y los cameos, estos últimos las nuevas estrellas de la warholiana Tik Tok. Pero algo ha superado al protagonista, Deadpool, y a los extras que aparecen sin mucho sentido argumental. Ese algo tampoco es el coestrella de Ryan Reynolds, Hugh Jackman, sino su disfraz de color amarillo. Este fetiche estético, que muy pocos periodistas de espectáculos conocían, tiene un origen muy lejano, que nada tiene que ver con la modernidad de los superhéroes. De hecho, la vestimenta amarilla de Wolverine está cumpliendo cincuenta años.
Hace 50 años
Wolverine apareció con este traje amarillo y azul durante su primera aparición en la revista "The Incredible Hulk" #180, de octubre de 1974. Aunque se sostiene que en realidad su debut editorial ocurrió en el número posterior, en el 180 su breve aparición cambia el arco dramático de la historia, ya que su irrupción, en la última viñeta de la página, genera tal expectativa que Hulk y Wendigo, su antagonista circunstancial, dejan de darse golpes. Y es muy importante éste momento editorial para entender el color amarillo, más que su aparición expandida en el número posterior.
"Si realmente quieren enredarse con alguien, porque no lo intentan conmigo...con Wolverine", esto les dice este personaje con un disfraz amarillo y un detalle que no durará demasiado, unos pequeños bigotes de gato, tres de cada lado.
Pero la pregunta del millón que nadie se atreve a hacer es por qué Wolverine tiene un uniforme amarillo y no de otro color, como el verde que tanto le gustaba al padriarca de Marvel, Stan Lee. La respuesta sobre el origen de ese color lo encontramos en su creador, el artista John "Johnny" Romita Sr., verdadero soldado de Lee. Romita había vuelto a Marvel, tras su paso por DC Comics, en 1965, para encargarse del entintado de la serie "Avengers" de Jack Kirby y Don Heck, donde empezó a sentirle el gustito al color amarillo, gracias a la versión dorada de Iron Man. Luego lo intentaría sobre los bocetos de Kirby para Daredevil. Pero todo su "amor amarillo" terminaría cuando Lee le exigiría que reemplace al "díscolo" Steve Ditko, padre de Spider-Man.
Basta de rojo
La revancha de Romita se daría en 1973 cuando llega el momento de hacerse cargo de dirección artística de la compañía. En ese momento, junto con los escritores Len Wein y Herb Trimpe, deciden crear un personaje que se caracterizaría por tener unas poderosas garras retráctiles de Adamantium y ser de origen...canadiense. En la presentación editorial de Wolverine, en ese famoso número 180 de la revista "The Incredible Hulk", Romita logra imponer el uniforme amarillo por una razón simple. Él aprovecharía el contraste cromático que se daba en el final de la historieta para presentar a su personaje. Esa pelea que interrumpiría se daba entre un personaje de color verde, Hulk, y otro de color azul, Wendigo. Por eso, a partir de ese momento, nadie en Marvel discutiría el color amarillo del Wolverine de John Romita Sr., y menos, se atrevería a cambiarlo como veremos.
Ni Chris Claremont y John Byrne, verdaderos padres modernos de personaje, se animaron cambiar el color en su monumental relanzamiento "Giant-Size X-Men"#108, de 1975. En los ochenta, Wolverine era el personaje más vendedor de la editorial, y el escritor Jim Shooter junto con el artista Mike Zeck deciden aggiornarlo cambiando el azul por el marrón, sin tocar el amarillo, en su serie "Secret Wars".
Los X-Men En los noventa llegaría "X-Men: The Animated Series", creada por Stan Lee, con la vuelta a la versión más tradicional del superhéroe.
En "The X-Men III", de 1999, Claremont y el artista coreano Jim Lee vuelven a los colores tradicionales de Romita, amarillo y azul. Esto lo continuarán, en 2007, el escritor Brian Michael Bendis y el artista coreano Frank Cho, en "The New Avengers", y el escritor Cullen Bunn y el artista Greg Land, en 2016, en la clásica serie "Uncanny X-Men".
Detrás de ésta cuestión cromático se han inventado muchos mitos y explicaciones extrañas e infantiles. Por ejemplo, cuando Wolverine fue traído a la vida en la serie "Return Of Wolverine", en 2018, el escritor Charles Soule y el artista Steve McNiven sostuvieron en la Comic Con que el personaje usaba el amarillo para atraer la atención de los villanos hacia él.
Hasta la nueva serie de 2020, "Wolverine", con notable éxito, del escritor Benjamin Percy y el artista Adam Kubert, no ha podido cambiar el viejo color amarillo que alguna vez pensó un artista, en 1974, para que se diferenciara mejor del verde y el azul.