Estuvimos en Chile, Paraguay, Uruguay y Perú, y no podemos olvidar todo el afecto que nos ha dejado estos encuentros en las distintas universidades latinas. Desde la Universidad Tecnológica de Chile, pasando por la Universidad Católica de Asunción y la Universidad Ort de Montevideo, hasta llegar a la Universidad Científica del Sur, de Lima. Sin olvidar a la Universidad del Pacífico de Acapulco, México, que nos recibió en abril. De todas nos llevamos el reconocimiento de sus alumnos que han trabajado como profesionales en nuestras propuestas de talleres.
Porque, como dijimos recientemente, lo más increible de poder viajar por latinoamérica es, ni más ni menos, conocer gente terriblemente talentosa. Pero, tal vez, lo más fuerte ha sido su predisposición a trabajar casi en condiciones extremas de exigencia.
En el proceso de aprendizaje, la razón de existir del docente está dada por la existencia del otro, el que supuestamente quiere saber. pero El Norbi se ha dado cuenta que él ha aprendido más con lo que le hand dejado sus alumnos por latinoamérica.
