Hace pocos días, El Norbi recibió un envío desde España. Era el catálogo de la exposición Metrópoli, La colección, que registraba las 100 portadas que Rodrigo Sánchez había hecho para el suplemento de los viernes del diario El Mundo de Madrid. Los únicos dos argentinos que aparecían en ese catálogo eran el gran Leandro Raposo, actual director creativo de la agencia de publicidad JWT Madrid, y él. A continuación, el texto que escribió para la megaexposición que podría llegar a Buenos Aires, en breve.
Yo creo que la mejor frase que puede describir a Sánchez es la que tiene que ver con su visión y su conocimiento del lector. Él dijo alguna vez que una portada debería conseguir que el que va a verla le dedique 4 segundos, por lo menos. Que, si es necesario, que sean 4 minutos. Pero que si necesita más " démosle toda una vida para pensar en ello y que trate de averiguar que es lo tratamos de contarle".
En prensa, por algún extraño designio, siempre se elige el camino más burdo, el más simple, el más digerido. Si es necesario anunciar un estreno de una película, todos optan por un fotograma oficial de la cinta, facilitado por la distribuidora.
Pero lo burdo en periodismo visual no sólo tiene que ver con las elecciones de las imágenes. Muchas veces lo que está diciendo desde lo visual, se lo está replicando desde lo textual, creando una redundancia que poco le sirve al lector.
Entonces aparece Sánchez que tiene bien en claro todo esto. Que se pone a currar hasta la gota gorda para buscar un camino alternativo, un camino rico e inteligente, para encontrarse con esa persona que ha gastado unos euros en el periódico y que no quiere perderlos.
Cada una de sus portadas son un electroshock al panorama plano y aburrido de los medios impresos españoles. Antes que un fotograma un concepto es su máxima, o por lo menos eso parece. Y es muy complicado alcanzar esa síntesis visual, pero Sánchez lo intenta de nuevo. Èl no renuncia a las ideas, y yo, como lector, se lo agradezco.