Un lujo que nos damos cerca de la navidad. Lo conocimos personalmente en la Universidad Nacional de La Plata, cuando fuimos a dar una charla sobre blogs. Él estaba escondido entre el público con un bajo perfil muy notorio. Nos enteramos que estaba presente porque sus tweets empezaron a nombrar cosas del evento con una certeza y precisión asombrosas. Queríamos que presentara su proyecto en Visualmente y lo logramos. ¿Qué hubiese sucedido si al momento de realizar la investigación de los fusilamientos clandestinos de José León Suárez, el periodista Rodolfo Walsh hubiese tenido a su alcance las herramientas digitales de publicación que tenemos hoy los periodistas? Esto se pregunta el especialista en nuevas tecnologías Alvaro Liuzzi, para reconstruir a unos de los desaparecidos que no deja de aparecer.
(Por Alvaro Liuzzi) El martes 28 de diciembre de 1956, sentado frente a una cerveza en un bar de La Plata, Rodolfo Walsh escuchó la frase que cambiaría su vida para siempre: Hay un fusilado que vive. Aquellas cinco palabras marcarían el curso de los próximos meses de Walsh obligándolo a iniciar la investigación de los fusilamientos clandestinos de José León Suárez.
Su trabajo, finalmente publicado como "Operación Masacre", marcó un hito en la historia del periodismo argentino. Sin saberlo, Walsh fundó un nuevo género narrativo adelantándose casi una década a Truman Capote y su "In cold blood", patentado por la industria cultural norteamericana como el padre del “non fiction”.
La investigación duró meses, comenzó en diciembre de 1956 y concluyó a finales de 1957 cuando “Ediciones Sigla” la publicó bajo el título de “Operación Masacre”. No fue un trabajo fácil, en la Argentina de los años ´50 buscar ciertas verdades y conseguir quien las publique era un acto demasiado arriesgado.
Primera edición de Operación Masacre
Cinco días después de aquella revelación, el 23 de diciembre de 1956, Walsh consiguió denunciar públicamente los fusilamientos en el periódico “Propósitos” apoyado por su Director, Leónidas Barletta.
Rodolfo inició la investigación junto a la periodista Enriqueta Muñiz y para mantener su seguridad debió cambiar de identidad (consiguió una cédula con el nombre de Francisco Freyre), se retiro a una pequeña casa en una isla de El Tigre y llevaría siempre consigo un revólver como único seguro de vida.
En este vuelco en la vida de Walsh hubo idas y vueltas, planos, recorridos, testimonios, desencuentros, persecuciones, fotografías, ocultamientos, redacciones improvisadas, periodistas, y pocas posibilidades de publicación.
La hipótesis
Dejemos caer los límites del tiempo y los prejuicios para hacernos una pregunta:
¿Qué hubiese sucedido si al momento de realizar la investigación de los fusilamientos, Rodolfo hubiese tenido a su alcance las herramientas digitales de publicación que tenemos hoy los periodistas?
Este es el interrogante que desde la acción y el análisis pretenderá responder "Proyecto Walsh", una iniciativa experimental que buscará fusionar algo que en estos últimos años muchos se han esforzado en separar.
Proyecto Walsh intentará remixar una obra sobresaliente del periodismo clásico argentino con una visión moderna de la disciplina apoyada en diversas herramientas digitales de publicación.
La idea central es recrear, 54 años después, la investigación que culminó en la obra “Operación Masacre” respetando los tiempos originales de realización. Cada paso de su trabajo durante 1956/1957 será repensado y plasmado a través de diferentes plataformas online.
De esta forma, el usuario que visite el sitio tendrá una perspectiva histórica (y en tiempo real) del proceso de producción que llevó adelante Rodolfo Walsh medio siglo mas tarde.
La realización
Proyecto Walsh tendrá 3 ejes que marcarán su recorrido.
Por un lado contará con un eje “Informativo Contextual” a partir del cual se incorporará una amplia perspectiva de la obra de Walsh gracias a entrevistas con periodistas, documentalistas y colegas de Rodolfo que hayan analizado o participado en la realización de Operación Masacre.
En segundo lugar, se incorporará un eje “Cronológico” a través del cual se dará a conocer cada adelanto de la investigación respetando los tiempos originales de publicación que mantuvo durante los años 1956 y 1957.
Y finalmente, el eje “Potencial” basado en la pregunta “¿Qué hubiese sucedido?” permitirá fusionar el trabajo original de Walsh con las herramientas digitales que hoy son utilizadas por los periodistas y que le hubiesen facilitado el curso de la investigación.
Con la ventaja de nuestra perspectiva histórica hagamos el ejercicio de repensar los hechos:
Enterado de los fusilamientos, Rodolfo no se retira a realizar una investigación privada, publica la información en su cuenta de Twitter para compartirla y recabar datos.
El basural, las comisarías, las casas de los fusilados y cada lugar recorrido son geolocalizados en Google Maps como diario de viaje periodístico.
Como buen fotógrafo, toma registro de la investigación y publica las imágenes en su cuenta de Twitpic asociada a Twitter.
Ni piensa en perder tiempo recorriendo redacciones para que publiquen su trabajo, sube cada avance de Operación Masacre a un blog.
Para no perder ningún dato genera una línea de tiempo interactiva con textos, videos y fotos.
El sitio donde comenzará a revelarse toda esta información estará online el próximo 18 de diciembre, exactamente 54 años después de aquella noche asfixiante de verano en la que Rodolfo escuchó la frase: “hay un fusilado que vive”.
Esto es lo que encontrarás en Proyecto Walsh, una iniciativa periodística independiente y experimental que pretende ser un homenaje a una obra que marcó un antes y un después en el periodismo argentino.
Links:
- Proyecto Walsh (sitio)
- Proyecto Walsh (detalles del proyecto)