16.8.10
La letra dibujada en la prensa española: de la identificación a la conceptualización. 3. El caso de Rodrigo Sánchez y ‘Metrópoli’
(Por Laura González Díez y Pedro Pérez Cuadrado) ‘Metrópoli’ es un suplemento semanal de ocio y cultura editado por el diario El Mundo. Desde su aparición se ha caracterizado por la frescura de sus portadas, especialmente a partir de 1996, año en que Rodrigo Sánchez se pone al frente del diseño de las mismas. Desde ese momento, ha realizado más de 1.000 portadas –si tenemos en cuenta las publicadas y las no publicadas– ya que la media por semana es de, al menos, tres diferentes sobre el mismo tema. Como dice el propio Rodrigo, “las portadas de ‘Metrópoli’ me suponen un reto de diseño con el que me divierto en cada número” (XII Jornadas de Fotoperiodismo, Edición y Diseño en prensa, 2009).
Rodrigo Sánchez se unió a El Mundo en 1992, donde en la actualidad es Director de Arte de tres de los suplementos del periódico (‘Metrópoli’, ‘Magazine’ y ‘Yo Dona’), junto con otros proyectos requeridos por un grupo editorial de tal tamaño.
Durante los últimos 15 años Rodrigo Sánchez ha producido portadas para ‘Metrópoli’ que desafían las rutinas típicas de diseño y que demuestran una variedad admirable de ejecuciones visuales que abarcan de lo convencional a lo excepcional, siendo un fantástico ejemplo de utilización gráfica de la tipografía y del empleo de letras dibujadas como protagonistas de las mismas, tanto en lo que a la cabecera se refiere como en los titulares de portada. Un hecho significativo de este suplemento es la aplicación a las cabeceras, en innumerables ocasiones, del handlettering, siendo múltiples y variados los ejemplos que podemos encontrar desde su aparición.
Se puede decir que Rodrigo Sánchez ha encontrado en la letra dibujada, en el empleo de la letra como ilustración, una perfecta aliada en la concepción y creación de sus portadas, no sólo en la tipografía de los titulares sino también en la cabecera. Para algunos autores, como ya señalamos al principio, la cabecera de una publicación es inamovible. Sin embargo, en ‘Metrópoli’ esta máxima no se cumple. Es más, una de sus notas distintivas es la modificación de la cabecera casi en cada número presentando creaciones gráficas relacionadas con el tema de portada manejando múltiples estilos y metáforas visuales. Las cabeceras dibujadas de ‘Metrópoli’ se erigen como un verdadero referente de tipografía creativa, una tipografía que “contempla la comunicación de otro modo, como si se tratase de una metáfora visual, donde el texto no sólo tiene una funcionalidad lingüística, y donde a veces, se representa de forma gráfica, como si se tratara de una imagen” (Martín Montesinos y Mas Hurtuna, 2001: 18).
El punto de inflexión hacia esta forma de diseñar portadas se situó en el ejemplar correspondiente al nº 331 (27 septiembre de 1996). Se puede decir que fue este trabajo (fig. 11) el que dio a pie a este tipo de propuestas gráficas completamente distintas cada semana.
En ese número se modificó la cabecera y se integró con el diseño de la portada. El resultado cogió por sorpresa a la dirección y a los lectores, pero no pasó nada, nadie protestó y, es más, lo que llegaron fueron alabanzas. Como el propio Rodrigo Sánchez reconoce, estos juegos tipográficos y esta libertad en el tratamiento de la tipografía es posible porque ‘Metrópoli’ es un suplemento gratuito que se entrega con el periódico los viernes. “La gran ventaja de ‘Metrópoli’ es que es un producto que no sale a la venta, sino que se regala. De hecho, muchas veces ni siquiera se ve, porque viene dentro del periódico. Esto quiere decir que sus expectativas tienen que ver simplemente con un uso inmediato, de consulta, por lo cual es difícil que nuestros ‘experimentos’ molesten. La portada nunca va a ser un reclamo para la venta, y que sea así abre la puerta a muchas posibilidades extraordinarias” (VV.AA., 2005: 68).
En esta misma dirección, Owen señala que: “cuando las revistas no dependen de las ventas en los estantes de los quioscos, es decir, cuando se basan en suscripciones o son de circulación restringida, las posibilidades de experimentación en el diseño de portadas son ilimitadas, siempre y cuando los factores esenciales de reconocimiento no se alteren. El logotipo, por ejemplo, no precisa de estar colocado en la parte superior de la página” (Owen, 1992: 189).
Las portadas de ‘Metrópoli’ pueden estar basadas en una fotografía, en una ilustración o en tipografía, de hecho “lo que más abunda es la tipografía. Hay portadas únicamente tipográficas, algo que en España no hace casi nadie, y mucho menos en un semanal de periódico” (VV.AA., 2005: 68). Y no sólo son portadas basadas en tipografía sino que, en muchos casos, giran en torno a la caligrafía o a las letras ilustradas en un intento por diferenciarse del estilo estandarizado que proporcionan los medios digitales y la autoedición.
Un ejemplo claro de esta tendencia lo encontramos en la portada del número 365 (fig.12), correspondiente a mayo de 1997, donde podemos apreciar como la tipografía de la cabecera se distorsiona y adapta a los titulares de la portada, creando un juego visual que nos recuerda la estética de los años 70. En esta línea situamos también la portada del número 622 (fig.13), del 26 de abril de 2002, con una propuesta gráfica similar.
Son numerosas las cubiertas de este suplemento que durante estos últimos quince años han empleado letras dibujadas bien en la cabecera, bien en los titulares de portada o en ambos elementos. En el ejemplar nº 115 (fig.14), de julio de 2006, podemos apreciar como toda la portada se basa en tipografía dibujada, en versales y alternando el color rojo y el negro. También en versales dibujadas y huecas se compone toda la portada del nº 708 (fig. 15) de diciembre de 2004 donde tampoco aparece ninguna imagen acompañando la tipografía, funcionando ésta como un elemento icónico.
En la misma dirección se sitúa la del número 138 (fig. 16), de diciembre de 2006, si bien, ésta destaca más por el colorido empleado para resaltar los temas. Otro tanto sucede con la del nº 703 (fig.17), del 14 de noviembre de 2003 donde vemos dibujada tanto la cabecera como las llamadas de portada simulando el lomo de varios libros al hilo del tema principal.
Bibliografía
MONTESINOS, M.; HURTUNA, M. (2001): Manual de tipografía, del plomo a la era digital, Valencia: Campgraphic.
OWEN, W. (1992): Diseño de Revistas, Barcelona: Gustavo Gili.
VV.AA. (2005): ‘Rodrigo Sánchez: “Metrópoli”: portadas contra el tiempo’, en Visual, Magazine de diseño, creatividad gráfica y comunicación, nº 12, pp. 66-76.