Mujeres protestando en una terraza en Teherán (2010)
Sheriff de Cleveland durante el desalojo de una vivienda (2009)
¿Cuál es el motivo que me llevó a tomar una decisión de tal calado? Me encontraba reunido en un proyecto para la mejora del flujo de trabajo de imágenes (tanto editoriales como de publicidad) con todos los departamentos implicados: informática y comunicaciones, pre-impresión e impresión. Es decir, todos aquellos por cuyas 'manos' pasa una foto antes de llegar al lector. La decisión era crucial. Hasta entonces los fotógrafos le daban un primer tratamiento a sus fotos. El sistema tenía varios inconvenientes. Por ejemplo, el resultado era diverso en postproducción, dependiendo del manejo del Photoshop de cada uno de ellos. En segundo lugar, el tratamiento de un jpg no tiene vuelta atrás, de tal forma que los departamentos mencionados ya podrían hacer muy poco con una foto empeorada por el fotógrafo. Tercero y fundamental: cuando un fotógrafo tiene en sus manos tal herramienta, intenta conseguir con la misma lo que no ha podido hacer al disparar la foto.
Soldado norteamericano conmocionado en Afganistán (2008)
Fue polémico, como lo resulta hoy contarlo. Decidí que las fotos las trataría siempre el departamento técnico. Nunca me alegraré lo suficiente de aquella decisión. Actualmente, los fotógrafos que trabajan para el diario abren la foto en el famoso programa tan sólo para escribir el pie de foto o encuadrar. Las imágenes pasan por un plugin que las estandariza (190 dpi...) para el uso del diario y les da un tratamiento supervisado por un técnico. Todo el proceso es supervisado a su vez por los editores de la sección de Multimedia.
Libaneses en medio de lo que quedó después de un bombardeo israelí (2007)
El pasado viernes conocimos el resultado del World Press Photo. De la sorpresa al estupor y de ahí al desagrado: el viñeteado ha entrado en el sacrosanto templo de la fotografía de prensa, los considerados Oscar a las mejores imágenes periodísticas. Prueben a escribir viñeteado en un buscador y le surgirán numerosos teóricos que le explican cómo 'mejorar' sus fotos añadiendo un sencillo efecto de oscurecimiento de los bordes. La imagen ganadora este año es un atropello para aquellos que esperan el veredicto como forma de recompensa a la fotografía pura, de batalla, sin artificios de laboratorio. Así lo ha sido siempre.
Mujer nigeriana, con su hijo en un centro de alimentación (2006)
En aquella charla que mencionaba al principio, puse un ejemplo. Nos han llegado multitud de fotos del terremoto de Haití con un nivel alto de tratamiento digital. Y disparé una frase: 'hay una calle muy fotografiada que pintan tan bella que me están dando ganas de ir de vacaciones'. Parafraseando aquella cita, llevada a Irán: 'hay unas terrazas tan bellas, donde las mujeres protestan al atardecer, que me están dando ganas de ir de vacaciones'. El pasado año muchos fotógrafos se lo jugaron todo para dar testimonio de la represión. No creo que se hayan visto recompensados con la polémica decisión.
Mujer llora junto al cadaver de su marido tras el tsunami (2005)
No sé si es un cambio de reglas o un traspiés puntual. Espero que sea esto último y el famoso viñeteado pase a la historia pronto.